Decidimos venir a Uppsala en vez de ir a Estocolmo en la escala de vuelta de Riga a España y no defraudó nuestra expectativa. Al contrario.
En una visita rápida como la nuestra de tan sólo dos horas pudimos recorrer su pequeño centro histórico y degustar unos pasteles en una de las cafeterías de la calle principal, así como disfrutar del río con aspecto de canal al más puro estilo de Ámsterdam.
La catedral-museo de la iglesia cristiana evangélica de Suecia, con todos los techos y capillas pintados y las columnas decoradas es una muestra del gótico sueco, está revestida en ladrillo rojo y dentro tiene algunas muestras del arte sueco de los siglos XV y XVI. La entrada es gratuita, aunque se espera una donación al finalizar la visita o una compra en la tienda.
Aparte de ver los edificios de la Universidad, una de las más antiguas de Suecia, se puede visitar la casa museo de Linneo, nacido en la ciudad y creador del sistema de clasificación usado actualmente en Biología.
Por último, no está de más dar una vuelta alrededor del Castillo de Uppsala desde donde se puede contemplar una buena vista de la catedral y de los jardines botánicos.
Como datos de interés, comentaros que las comunicaciones desde el aeropuerto de Arlanda a Uppsala son muy buenas, tanto tomando el autobús 801 que sale cada 30 minutos y que llega a la estación central de autobuses en 40 minutos y cuesta 70 SEK, como el tren UL que, en tan sólo 20 minutos, hace el mismo recorrido pero con un coste superior (182 SEK), saliendo a partir de ciertas horas nocturnas cada hora, en vez de los 30 minutos habituales.