Castillo de Belmonte: escenario de la Historia

Imponente sobre el cerro que domina el pueblo, el Castillo de Belmonte nos hace regresar a la época medieval, cuando Juana I de Castilla, “la loca”, lo habitó. Al verlo, se entiende por qué este castillo ha aparecido en tantas películas de época como por ejemplo en “El Cid”, con Charlton Heston y Sofía Loren. Aún siendo único en su estilo, es la imagen del castillo castellano por excelencia.

Hoy en día, el de Belmonte es un castillo magnífico gracias a la conservación que la emperatriz Eugenia de Montijo comenzó a realizar en el siglo XIX y que, posteriormente y hasta nuestros días, su familia y el Estado Español han continuado realizando. Declarado Monumento Nacional en 1932.

Y es que este castillo es un gran ejemplo de estructura militar y palaciega al mismo tiempo. Ya desde la puerta de acceso, donde está la taquilla, se aprecia esta dualidad. Se atraviesa el portalón de entrada enmarcado entre dos torres de vigilancia y se descubre que no has entrado al castillo, sino que solo has atravesado las murallas exteriores y estás en un patio intermedio, un espacio en el que tienes muralla delante y detrás y que aísla la zona interna, más señorial, en caso de ataque. Esta muralla exterior se prolonga alrededor de toda la villa de Belmonte que queda de este modo protegida.

La arquitectura se corresponde con el gótico mudéjar. Y buena prueba del gótico es la puerta esculpida de acceso al recinto interior, con una imagen de un doncel que porta los dos escudos de la casa de D. Juan Pacheco, quien encargó la construcción de este edificio en el siglo XV. Posteriormente, la reina Juana, habitó el castillo, y es parte importante de su historia como se puede comprobar, tanto en las habitaciones de la primera planta, como en un audiovisual que se proyecta en el salón inferior.

El castillo ha sido testigo de varios pasajes de nuestra historia, siendo también cárcel en la Guerra de Independencia y durante la Guerra Civil, así como sede del Frente de Juventudes durante la dictadura franquista. Actualmente, pertenece al Duque de Peñaranda, que lo cedió por 75 años al pueblo de Belmonte en 2008, facilitando así que el Ministerio de Fomento proporcionara fondos para la rehabilitación del Monumento Nacional. La gestión turística privada del castillo está en manos de los propietarios.

Al entrar al castillo interior, se ven los dos edificios de ladrillo rojo mudéjar, sobre una preciosa y elegante galería porticada y amplios ventanales que, junto con la torre de homenaje de la entrada, delimitan un espacio triangular, no cuadrado, que es una de las señas de identidad de este monumento.

La emperatriz Eugenia de Montijo, heredera de la familia Pacheco, arregló las dependencias siglos después, trayendo a arquitectos y reputados carpinteros para modernizar los edificios, manteniendo el aspecto original gótico mudéjar, con techos artesonados increíbles, pero dotándolos de comodidades propias de su época. Así pudimos ver en la segunda planta, las habitaciones que la emperatriz y el emperador de Francia usaban, decoradas con muebles de época, el salón, el despacho, su dormitorio y su baño privado y una magnífica escalera de madera volada de estilo francés. En estas habitaciones pareces estar en un auténtico palacio y no en un castillo medieval.

Salón de la emperatriz Eugenia de Montijo

Dormitorio de la emperatriz Eugenia de Montijo

Despacho del emperador Napoleón III Bonaparte

En la primera planta aún se puede disfrutar de algunas salas con ambientación más medieval, como el camarín de la reina Juana, el salón de audiencias, la sala de la capilla con su increíble techo modelado en yeso y disfrutar de las puertas decoradas en estuco, tan típicas del gótico español.

Camarín de la Reina Juana I

Salón de audiencias

Techo de la capilla

Arco de ventana estucado de la capilla

Es de destacar una serie de elementos importantes aquí: las decoraciones del techo de Salón de Audiencias en madera, las chimeneas de la sala que están en el pasillo y no en la propia habitación para permitir a los sirvientes mantener el calor de la sala, sin interrumpir la privacidad de las conversaciones de estado, y los estucos de las ventanas, llenas de animales mitológicos.

Ronda del primer piso, chimeneas de la sala de audiencias

Detalle de estucado

Y como no podía faltar en La Mancha, alguna sala con reminiscencias al Quijote, cuya decoración es muy posterior a la estancia de la Reina y la Emperatriz y más bien es una concesión al turista.

Sala El Quijote

Finalmente, desde el paso de ronda de la muralla, pudimos contemplar cómo el castillo domina el pueblo, disfrutando de la vista que la elevación del cerro de San Cristóbal, en la que se ubica, nos proporcionaba.

Antes de terminar, hay que mencionar que en la explanada entre el castillo y el pueblo es donde se celebran los Juegos Medievales y el Campeonato Mundial de Combate Medieval que, para nuestra sorpresa, es un deporte reconocido a nivel europeo desde hace más de veinte años, así como también se hacen en verano demostraciones de diversas maquinarias de asalto y recreaciones históricas. El siguiente torneo será a finales de septiembre de este año.

Qué otras cosas ver en Belmonte y alrededores:

Colegiata de San Bartolomé: 

Colegiata de San Bartolomé

Situada en el Barrio Alto, la Colegiata está construida en el siglo XV sobre una anterior basílica visigótica del siglo V. Aunque su estilo es gótico, sus vidrieras no son tan grandes como en las catedrales, dan una luz especial a su interior y aportan elegancia al exterior en un edificio de aspecto recio. Desde su patio de entrada se tienen unas magníficas vistas del Castillo.

Puertas de la Muralla: 

Destacan la Puerta del Almudí, por donde entramos a caminar por el pueblo, que era donde se situaba la alhóndiga o mercado y según se dice, está cerca de donde estaba el rollo de los ajusticiamientos, la Puerta de la Estrella y la Puerta de Chinchilla.

Por cierto, en las murallas de Belmonte se fusiló al "Tío Camuñas" que, aunque de pequeños pensábamos que era poco menos que un ogro porque nos asustaban con su venida diciendo ¡que viene el Tío Camuñas!, en realidad fue una persona real, un famoso guerrillero nacido en Camuñas, que luchó en la Guerra de la Independencia contra las tropas francesas, llamado Francisco Sánchez Fernández.

Palacio del Infante D. Juan Manuel:  

Ha sido el palacio del autor de “El Conde de Lucanor”, residencia de la familia Pacheco y convento dominico. Ahora es un hotel-spa de cuatro estrellas, se puede entrar para ver la nave central, hoy reconstruida, y parte de los patios originales.

Monumento a Fray Luis de León: 

Este conocido e ilustre escritor de nuestra literatura castellana, nació en Belmonte y tiene una estatua de homenaje en la Plaza del Ayuntamiento. Tiene casa museo en lo que es hoy la Oficina de Turismo.

Plaza del Ayuntamiento

Plaza de Enrique Fernández: 

La de mayor tamaño de Belmonte. Con excelentes vistas del castillo desde los muros del convento de los trinitarios. Lugar de ferias de ganado. Conserva el abrevadero y el pilón rectangular que construyeron los marqueses de Villena.

Pasear por las calles de Belmonte:

Es un pueblo castellano blanco muy bonito. Merece la pena deambular observando sus casas, las rejas con dragones de las ventanas, e incluso asomarse a algún patio.

Molino El Puntal:

Se trata de la reconstrucción del molino original que estuvo aquí. Está a unos 500m de la Colegiata. Dicen que desde ese punto se ven los mejores atardeceres. 

Desde el Castillo se ven otros molinos en las afueras del pueblo.

Trebuchet Park: 

Se inaugura el 1 de agosto de 2018. Es un parque con una reproducción a tamaño real de 40 máquinas de asedio de los siglos V a XV.

Qué ver cerca de Belmonte:

Laguna de Manjavacas: 

A unos kilómetros de Belmonte se encuentra esta zona de lagunas que permite observar flamencos rosas durante todo el año, así como a otras aves. No los tienes tan cerquita como en San Pedro de Atacama, pero el entorno es muy apacible y está a la vuelta de la esquina. Muy recomendable.

Las imágenes podrían ser mejores, pero nuestra cámara eligió este lugar para abrir su foco por última vez 😩

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Datos prácticos de Belmonte:

Ruta: Madrid - Laguna de Manjavacas -  Belmonte:

Cómo llegar a Belmonte:

Belmonte, por su ubicación en medio de La Mancha conquense, y por ser una localidad pequeña, no dispone de aeropuerto, salvo que se use el de Madrid que está a 150 kms.

Desde Madrid es posible llegar en autobús de línea regular saliendo de la Estación de Autobuses Sur Méndez Álvaro, tres veces al día, con la empresa Samar hasta el centro del pueblo por un coste de entre 9€ y 15€, tardando 2 horas y media.

También es posible llegar por tren, pero hasta la cercana población de Socuéllamos, a 40 kms de Belmonte, por un coste de unos 20€ y desde allí en coche o taxi, que sumarían otros 60€ más.

Si usas el coche particular, Madrid está a una distancia de 150 kms por la autovia A-3 hasta Villarubio y luego por la carretera autonómica CM-3011. Desde Cuenca serían unos 100 km por la N-420. Valencia está a una distancia de 235 km por la A-3.

Cómo llegar a la Laguna de Manjavacas: 

El acceso a la laguna está en la carretera CUV-1001, que sale de Mota del Cuervo hasta la ermita. Pasada la Ermita, por la misma carretera, se llega a un camino de tierra a la derecha que permite acercarse a la laguna, a los observatorios de pájaros y dar la vuelta por todo el terreno lacustre para volver a la zona de la ermita, donde hay un área de picnic.

Mapa turístico de Belmonte:

Fuente: web del Ayuntamiento de Belmonte (se puede bajar en pdf).

Precio y horario de los monumentos de Belmonte:

• Castillo de Belmonte: 9€ entrada general. Horario de 10:00 a 14:00h por la mañana y por la tarde de 16:00 a 19:00h en primavera, de 16:30 a 20:30h en verano y de 15:30 a 18:30h en otoño e invierno. Ver la web oficial para más detalles sobre el castillo, los combates medievales y el parque de maquinaria de asedio.
• Colegiata de San Bartolomé: entrada libre sin visita guiada en horario de culto. Las visitas guiadas hay que concertarlas en su página web por un coste de 6€. El horario es de 11:00 a 14:00h por la mañana y por la tarde de 16:30 a 19:30h de abril a octubre, y de 16:00 a 18:30h, de noviembre a marzo, cerrando los lunes no festivos y todos los domingos por la mañana por el culto.
• Laguna de Manjavacas: gratuita. No tiene horario.

Información turística de Belmonte:

• Para información del Castillo: en su web. 
• Para información de la Colegiata de San Bartolomé: su blog.
• Para información general del pueblo, la web de turismo del Ayuntamiento de Belmonte. 

Dónde dormir en Belmonte:

Al hacer una visita de día, no pernoctamos en el pueblo, pero Belmonte dispone de varios hoteles y alojamientos rurales, algunos muy buenos como el Palacio del Infante Don Juan Manuel, que puedes ver en este enlace.

Dónde comer en Belmonte:

Para comer, aún siendo sábado, no vimos muchos sitios abiertos y probamos el Restaurante Hostal La Muralla pero, aunque la comida estaba aceptable, el trato fue malo, distante, y unos precios excesivos para el local. No repetiríamos. En la web del Ayuntamiento aparecen referencias a otros lugares para comer.