No pasa desapercibido cuando pisas Hanoi. De repente, riadas de motocicletas en una y otra dirección, cruzándose en la calle con coches, camiones, autobuses, peatones... te hace creer que un accidente va a ocurrir de inmediato en ese caos. Sin embargo, todos se esquivan en una especie de armonía sincronizada. El secreto para un peatón que quiere cruzar una calle en este mundo es ir recto, no parar y mantener contacto visual con los conductores para que ellos te eviten. Pero no hagas movimientos bruscos. Fluye con el tráfico. Be water, my friend.
Afortunadamente, teníamos entrenamiento de la etapa en China, donde seguimos los mismos consejos que los amigos nos dieron para Vietnam: cruzar a paso no muy rápido en una dirección, sin cambios bruscos de sentido y sin parar, mirando a los conductores para asegurarnos de que nos ven. Pero no sólo es cruzar las calles donde se palpa esta especie de caos: las aceras están invadidas de motos aparcadas; de pequeñas sillas de gente descansando o comiendo en los múltiples puestos callejeros; de perros tumbados con aspecto de abandonados; de mesitas con productos como extensión de las tiendas. Al final, casi es mejor salir a la calzada para poder andar, sumándote a la riada de elementos circulando.
Hanoi es la capital de Vietnam. Pero será que al estar en el Old Quarter no hemos podido apreciarlo. Lo que nos ha parecido es más una capital de provincia que una gran capital. Sin embargo, tiene elementos para una visita al menos de un par de días como hemos estado, usándolo de base además para hacer una visita a Tam Coc y organizar la escapada al área de la Bahía de Halong y de Lan Ha Bay.
Nos recibió con lluvia intensa y nos despidió con una ligera llovizna, con días de calor entre medias para que pudiéramos pasear. Lo primero que hicimos tras llegar al hotel desde el aeropuerto, tras la escala en Hong Kong, fue dejar el equipaje e ir a cenar algo. Con la lluvia no se veía gran cosa y parecía no haber más que cafés, pero ningún sitio para cenar (luego vimos que no era así). Nos metimos en el primer sitio que vimos y tomamos nuestros primeros spring rolls. A diferencia de China, donde no vimos en ningún sitio los rollitos de primavera (normal, sólo se toman en privamera...), en Vietnam es uno de los entrantes estrella. Frescos o fritos, siempre con una salsa de acompañamiento. Normalmente se acierta. Y ojo, no tienen nada que ver con los rollitos chinos.
Con la tripa llena y ya sin lluvia, nos acercamos a ver la zona del lago que estaba a dos calles. Casualmente se cierra al tráfico los fines de semana. Genial. En el lago se puede ver la pagoda y un templo, al que se accede cruzando el puente de la foto de inicio de esta entrada, iluminados por la noche con espectaculares luces rojas en el puente, verdes en algunos edificios y naranja en los templos. Y todo lleno de turistas... y de calor.
A la mañana siguiente nos dedicamos a ir a ver el lago del oeste junto a la pagoda "Tran Quoc Pagoda". Sorpresa. Al llegar después de una caminata que iba a ser corta y se nos hizo muy larga por el calor, encontramos la pagoda cerrada porque no abre hasta las 11:30h y faltaba mucho para esa hora aún. Así que nos conformamos con sacar unas fotos desde fuera y proseguir nuestro paseo para, tras ver un pequeño templo cercano, llegar al Mausoleo del presidente Ho Chi Minh. ¡Que también estaba cerrada por obras la visita al interior! No es algo que nos haya importado mucho, porque no teníamos pensado entrar de todos modos. La plaza nos ha sorprendido por lo grande y porque no tiene ni un solo árbol que de sombra. El comentario es para que imaginéis el calor. Sí que hemos podido ver en un lateral del mausoleo, tras encontrar la entrada con cierta dificultad, todo hay que decirlo, la Pagoda de un solo pilar. Se accede por la calle que está a la izquierda del mausoleo, mirándolo de frente. Es un pequeño templo, más bien un relicario con escaso espacio para dos imágenes, encima de una pequeña pagoda en medio de un recinto rodeado de agua por lo que para poder observar ese pequeño templo de Budha hay que subir por la escalera anexa. No es muy llamativo. Lo importante es la arquitectura en sí de esta pagoda.
Y tras ver esto, dirigimos de nuevo nuestros pasos hacia el lago para comer algo en la zona de la torre de la bandera, a la sombra en un pequeño parque y con potentes ventiladores, que es lo más común en Vietnam. La siguiente visita fue el Van Mieu o Templo de la Literatura. En origen es un templo a Confucio, construido en 1.070, pero que se convirtió a los pocos años en academia imperial, siendo la primera universidad de Vietnam. Es un bonito templo, con un curioso lago, en cuyos laterales se encuentran las estelas de los estudiantes que cada año sacaban la máxima nota.
Finalmente, casi a la puesta del sol, nos acercamos de nuevo al lago, que al estar cerrado al tráfico había sido ocupado por diversos juegos infantiles populares, cantantes y gente paseando. Muy agradable descubrir cómo los peatones recuperan los espacios de la ciudad.
Para terminar el día, entramos a ver el espectáculo de marionetas de agua (water puppet) en el teatro junto a este mismo lago. Está reconocido a nivel mundial y se basa en las marionetas que los pescadores usaban para entretener a los niños en las noches de invierno. Se trata de una tradición de más de 1.000 años de antigüedad. Hay actuaciones hasta las 20:00h cada hora y media y, aunque no permiten hacer vídeo ni foto, salvo pagando una entrada especial, luego hay cantidad de gente sacando el móvil en medio de la función con lo que te estorban para ver el espectáculo y es un poco frustrante. Deberían controlarlo. O mejor, deberíamos pensar un poco en los demás. Una cosa es hacer una foto y otra es grabar casi toda la representación subiendo el móvil por encima de la cabeza, tapando a los de detrás la vista del espectáculo, ya que no son actores sobre un escenario, sino pequeñas marionetas que se mueven en el agua, a nivel del patio de butacas. Se trata de figuras de madera de 50cm de altura sobre una piscina de agua, movidas por titiriteros que quedan ocultos tras cortinas estratégicamente colocadas. El espectáculo dura algo más de una hora, con 14 escenas seleccionadas del repertorio de entre más de 400 que tiene el Tesoro de marionetas tradicionales de Vietnam. Algunas de las que vimos fueron los pescadores con el zorro, la danza de las ocho hadas bonitas o la escena de plantación de arroz. Todo ello amenizado con música tradicional en directo. Nos sorprendió gratamente la calidad del espectáculo. Muy recomendable.
A la salida, cenamos y paseamos viendo las tiendas de ropa, artesanía, calzado, postales de recortables y, sobre todo, imitaciones de equipamiento deportivo-trecking, con marcas señeras como reclamo. Es increíble la cantidad de material y el descaro en su exposición. Al parecer, es legal la venta de este material, siempre y cuando la marca que se imita no tenga tienda abierta en la misma ciudad, aunque esto parece que se lo saltan también de forma discreta en la parte de atrás de los locales.
Y para terminar la jornada, no podíamos dejar pasar la ocasión de probar el famoso "Egg Coffe", sí, café de/con huevo. Se trata de un café que dicen que se inventó en el Café Giang de Hanoi. Al ya de por sí rico café vietnamita, un poco achocolatado, fuerte, le añaden la mezcla batida de una yema de huevo, leche condensada y un poquito de café. El resultado es una especie de natilla espumosa sobre el café, que al tomarlo, recuerda un poco al tiramisú. Interesante.
Documentación para el viaje a Vietnam:
Gracias a nuestros amigos que han venido recientemente y han compartido con nosotros información práctica y guías. Por orden alfabético, como en las pelis, gracias a Antonio, Eva, Juan Carlos, Maite, Miguel Ángel y Yolanda.
Blog Vietnamitas en Madrid; información práctica y de primera mano.
Web aeropuertos del mundo; donde no sabes cómo llegar desde el aeropuerto a la ciudad, allí están ellos para explicarlo
Blog Viajes con Mochila; nuevamente hemos tirado de sus excelentes datos prácticos.
Blog Marcando el Polo: una pareja argentina que lleva desde 2009 viajando por Asia y Oceanía.
Datos prácticos Vietnam y Hanoi:
Visado: los españoles no necesitamos visado para estancias inferiores a 15 días. Ajustamos nuestra ruta a este periodo. Consultar información actualizada en la web del Ministerio de Exteriores.
Hotel Eclipse Legend: habitación pequeña, pero limpia y hotel muy bien situado. Contratamos con ellos la excursión a Ninh Binh y Tam Coc. Dejamos el equipaje allí cuando nos fuimos a Lan Ha Bay (Cat Ba).
Entrada al espectáculo de marionetas: 100.000 dong (4€). No se necesita más que ir a la taquilla, elegir hora y asientos. Mejor cuanto más cerca. Hay 5 actuaciones diarias. En Ho Chi Min también hay este espectáculo.
Entrada a la pagoda de un solo pilar: gratis
Entrada al Templo de la Literatura: 30.000 dong (1,20€)
Autobús de/al aeropuerto:
El autobús lleva desde el aeropuerto a varios puntos del centro de Hanoi en el Old Quartet finalizando en Hanoi Railway Station. Cuesta 30.000 dong por trayecto, independientemente de la parada. Al pagar al cobrador dentro del autobús os indicará dónde bajaros según vuestro destino y os dará un mapa con las paradas. Muy práctico. Tarda entre 20-40 minutos, según el tráfico. El primer autobús sale del aeropuerto a las 06:25 con frecuencia aproximada de 25 minutos hasta las 23:05. El primero desde la ciudad al aeropuerto sale a las 05:05 con igual frecuencia hasta las 21:40. Tiene free wifi también.
Para ayudaros a planificar las paradas viniendo del aeropuerto, en el centro de la ciudad, son:
- Parada 6 - Long Bien Bus Interchange
- Parada 7 - 142 Tran Quang Khai Street
- Parada 8 - Hanoi Opera House
- Parada 9 - Melia Hotel
- Parada 10 - Hanoi Railway Station
- Parada 1 - Hanoi Railway Station
- Parada 2 - Melia Hotel
- Parada 3 - Hanoi Post Office 75B Dinh Tien Hoang
- Parada 4 - 23 Hang Tree Street
- Parada 5 - Long Bien Bus Interchange
Me ha encantado la hora de los juegos en la calle y, por supuesto, las marionetas. Gracias chicos
ResponderEliminarA nosotros también nos gustó, Pili
EliminarMe ha encantado la hora de los juegos en la calle y, por supuesto, las marionetas. Gracias chicos
ResponderEliminarHanoi y sus contradicciones...caos ordenado, comunismo capitalista...
ResponderEliminarUn abrazo
¡Qué bien definido, JK!
EliminarMe ha llamado la atención el juego de la tabla con cuatro enganches de sandalia, que curioso!!!... interesantes contradicciones, jejeje
ResponderEliminarTambién las marionetas!!!!...
Me ha llamado la atención el juego de la tabla con cuatro enganches de sandalia, que curioso!!!... interesantes contradicciones, jejeje
ResponderEliminarTambién las marionetas!!!!...
En realidad no era una tabla, Rosi. Era una chancla para 4, como el tamden, pero en chancla.
EliminarUn poco como cuando hacíamos carreras atados a una amigo. La gracia estaba en coordinarse para conseguir llegar sin caerse.
Muchas gracias chicos por acordaros de nosotros. Qué recuerdos, que bien lo pasamos. Si os animáis alquilar una moto en otras ciudades más pequeñas, al principio da un poco de miedo... Como cruzar, pero luego te das cuenta que con prudencia no pasa nada, hasta terminas conduciendo como ellos, a base de pitidos, y libre
ResponderEliminarLo de conducir una moto nos va a costar más, Miguel. Aunque unos amigos nos han dado unas clases, no somos muy de moto. Pero quien sabe, todo se andará ...
EliminarPor cierto, también nos tomamos unas cervezas en el bar de la segunda foto viendo el espectáculo de transeúntes. Cuando tengáis oportunidad comer el calamar relleno, creo que de carne.
ResponderEliminarCalamar relleno, suena bien. ¡Gracias por el consejo!
EliminarInteresane el caos ordenado en el que se manejan en estas ciudades,me han encantado las chanclas múltiples, ja ja ja
ResponderEliminarPara ellos es de lo más normal, Pauli. El guía de Tam Coc nos dijo que lo que teníamos que hacer en Vietnam era olvidarnos de las normas de tráfico que conocíamos ;-)
EliminarAdemás que si, lo sorprendente es que casi no hay accidentes y que el personal no se pone nervioso, ni se lo toma como un desagravio, como ocurre en Madrid.
ResponderEliminarEs verdad, Miguel. Vimos algún pequeño choque y no se les veía enfadados. Miraban los daños, hablaban, se intercambiaban dinero (pocas veces) y seguían. Lo cierto es que dentro de la ciudad nos pareció que las motos no iban muy rápido y así les da tiempo a rectificar o frenar.
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