Días 14 y 15 de septiembre
Casi habíamos perdido la esperanza de ver un
pueblo chino que conservara su esencia medieval, y aunque Pingyao es hoy en día muy turístico, dormir en este pueblo nos ha permitido descubrir algunos rincones y costumbres tradicionales. Rodeado de una muy bien conservada muralla de seis kilómetros de longitud, y doce metros de altura jalonados de Torres defensivas, este pueblo, declarado
Patrimonio de la Humanidad desde 1997, tiene en su interior el museo del
primer banco de China, el Rishengchang, creado a mediados del siglo XVIII a partir de un negocio de tejidos, junto con otros más de veinte puntos de visita.
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Patio interior del hostal |
Llegamos a la estación de Pingyao sobre las seis de la mañana en tren nocturno desde
Datong, y tras recorrer cómodamente durante quince minutos el camino que va a la entrada norte de la muralla, entramos en el recinto. Como era muy temprano, los puestos no habían abierto y las calles estaban prácticamente desiertas. No fue difícil encontrar el Hostel en la calle principal, para dejar el equipaje y empezar a recorrer la ciudad aprovechando esas primeras horas en que los turistas aún no han llegado a inundar las calles con su bullicio. Era como estar en el pasado, en calles empedradas, con casas de techos de madera y colgantes rojos en las puertas, con una ligera neblina que le daba a todo un cierto aire fantasmal. Sobre las ocho y media abren las taquillas junto a la puerta sur de la muralla, así que compramos los primeros una
entrada combinada, que te permite visitar 22 puntos de interés durante tres días. Y lo aprovechamos.
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Calles a primera hora de la mañana |
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Hay esculturas de escenas tradicioales en varios puntos. |
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Calles a primera hora de la mañana |
Pingyao es una típica ciudad de la dinastía Han fundada en el año 1300 y, aunque con el paso de los siglos ha ido transformándose, no ha dejado de perder la esencia de los edificios Ming y Qing. Los edificios de piedra de los bancos creados en los siglos XVIII y XIX, atestiguan que
Pingyao fue el centro económico del país en dicha época.
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Paño de muralla |
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Night Watch |
Posteriormente visitamos la muralla, del siglo XIV subiendo, tanto en la puerta Norte como en la puerta Sur, aunque no hicimos el recorrido que permite llegar en ambos casos hasta la puerta Este para bajar. Es una muralla con seis puertas de entrada y con 72 torres defensivas, cuya forma no es exactamente cuadrada, sino con forma irregular. La vista desde la torre sur, mirando la calle principal hacia el norte hasta la Torre del Mercado, te hace sentir el encanto de este trazado medieval.
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Torre del Mercado a primera hora sin turistas |
Hablando de la Torre del Mercado, la torre "
Jin Jing Shi Lou" (literalmente, dorado pozo mercado torre). Con tres plantas y unos 18,5 metros de altura, se yergue en el eje norte-sur que algunos llaman calle "Ming-Qing" pero que se llama realmente calle "Nan Da Jie". Destaca claramente sobre los edificios de alrededor siendo el edificio más alto de la ciudad y se dice que su nombre proviene de la costumbre que había de establecer relaciones comerciales en su entorno a lo largo de todo el día, así como de un pozo con agua dorada que había cerca. Ahora es parte del patrimonio histórico protegido. Fue reconstruida en 1688, durante el reinado del Emperador Kangxi de la dinastía Qing, pero el año exacto de su construcción permanece desconocido.
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Los churros hace tiempo que llegaron a Asia. ¿o vienen de alli? |
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Pero los dumplings llevan siglos |
Recorrer la ciudad es fácil porque su diseño tiene dos calles principales que cortan la ciudad en sentido norte-sur (la calle Nan Da Jie mencionada antes) y la calle oeste-este (la
calle Dong Da Jie y Xi Da Jie, respectivamente). En total, la ciudad antigua de Pingyao tiene 4 calles principales, 8 calles secundarias y 72 callejuelas y la disposición de calles y callejuelas, creados bajo una arquitectura geomántica, se parece a los 8 diagramas que aparecen sobre el caparazón de la mitológica tortuga china, por lo que la misma ciudad era conocida en el pasado como "
Ciudad Tortuga".
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Cajeros del siglo XVIII |
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Director de Contabilidad |
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Caja fuerte con lingotes de oro y plata en el sotano del Rishengchang |
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Tejados de Pingyao |
Muy cerca de la
Torre del Mercado se ubican la mayor parte de los edificios históricos, bien bancos, bien casas de familias importantes, aunque muchos de ellos se han reconvertido en tiendas y restaurantes, que al llegar las horas centrales del día y especialmente al atardecer, dan un aspecto bullicioso y animado a esta ciudad, totalmente diferente del que se ve cuando es noche cerrada o al amanecer, cuando todas estas calles aparecen desiertas.
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Arca de sacrificios Templo Confucio |
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Templo Confucio |
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Templo Confucio |
También se pueden visitar los
templos de Confucio y del Templo del Dios de la Ciudad, muy juntos uno de otro. Un poco más al norte, junto a la salida Este se encuentra el templo Qingxu.
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Muro de los nueve dragones |
Al salir del Templo de Confucio, a mano derecha está el
Muro de los Nueve Dragones, que no podía faltar en una ciudad de la categoría de Pingyao. En resumen, un pedazo de historia medieval que tuvimos la suerte de disfrutar durante dos días completos antes de tomar de nuevo el tren nocturno para ir a
Xi'an.
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Torre vigilancia de puerta |
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Muralla |
No obstante, hay que decir que los
puntos de interés de esta ciudad se encuentran muy mal mantenidos. Las esculturas, los dioramas, todo tiene una pátina de humedad (sufren inundaciones casi cada año) y polvo exagerada. Se nota
desidia en su conservación, por lo que quizá la Unesco debiera exigir un mejor mantenimiento de lo que se cataloga como Patrimonio de la Humanidad. La propia ciudad necesita una buena limpieza a cepillo. No hay papeles ni restos tirados en el suelo, barren con mucha frecuencia, pero el aspecto del suelo es de suciedad.
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Soja omnipresente en Pingyao |
Datos prácticos:
Entrada combinada de la ciudad antigua de Pingyao: 130 yuanes (18,09€). Se compra en varios puntos, como la oficina junto a la entrada sur; en la oficina de información turística en la confluencia de la calle oeste con la calle norte; junto a la torre norte; o en la mayor parte de las entradas los templos. Vale para tres días. Sale rentable solo con visitar el Rishengchang, un par de templos y subir a la muralla. Además, se supone que debes pagar (incluido en la entrada combinada) por acceder a la zona amurallada y que la policía te puede pedir el ticket en cualquier momento. A nosotros nadie nos lo pidió.
El desplazamiento dentro de la ciudad fue a pie todo el tiempo porque no se permite el paso a la zona central ni a motos, ni a coches (las motos se saltaban esta prohibición), pero hay pequeños coches eléctricos que te llevan alrededor de la muralla o a la estación. No os podemos decir el precio. También hay ricksaws motorizados.
Hay otras visitas en el área de Pingyao, como la casa de la familia Wang, a unos 50 km de la ciudad. Residencia del siglo SVIII de una rica familia.
Alojamiento: Harmony hotel. En una casa tradicional, con habitaciones alrededor de patios ornamentados. Hablan inglés por lo que fue fácil. Cama tradicional en futón. Correcto, aunque el alcantarillado de la ciudad tiene un olor desagradable que entraba en el baño.
Tren nocturno Datong-Pingyao: 228 yuanes (31,73€) en
soft sleeper, incluida comisión de agencia.
Muy bonito el patio del hostal y las calles preciosas
ResponderEliminarEra muy agradable, Pili
EliminarCon esta ciudad si nos habéis adentrado en la antigua China, hasta ahora no me había dado esa impresión.
ResponderEliminarSí, Pauli. Era la única ciudad que no estaba rodeada de rascacielos. Había alguno a lo lejos, pero pocos para los que hemos visto en otras ciudades.
EliminarGenial vuestro relato, como siempre... fantástica experiencia!!
ResponderEliminar¡Gracias, Alicia!
EliminarCurioso que "churros" se escriba tal cual en multitud de idiomas, todo apunta que su origen puede ser chino, así que no estáis muy desencaminados apuntando a ese origen ;-)
ResponderEliminarLo de la fuente de soja, me parece increíble.
Me he perdido unos cuantos relatos, pero me pondré las pilas estos días.
Un abrazo.
Sean de donde sean, ¡qué ricos están con un chocolatito!
Eliminar¿verdad, Ug?
Muy bonito y el hotel encantador
ResponderEliminarTotalmente diferente a lo que habíamos visto hasta ese momento, Miguel.
EliminarUn abrazo