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Monasterios pintados de Bucovina - Moldavia

Viaje realizado del 9 de agosto de 2011

Tomando como base el pueblo de Vama y alojándonos en el peor hotel de todos los que hemos estado en Rumanía (Hotel Villa Excelsior) comenzamos la ruta de los monasterios de Bucovina, patrimonio de la Humanidad en el catalogo de la Unesco.

Monasterio Voronet (1487)


Monasterio Voronet

Desde fuera no parecía que fuera gran cosa, con un muro de protección muy alto que no deja ver el interior, aunque como habíamos visto fotos y leído sobre él, sabíamos que es uno de los monasterios imprescindibles de la zona. Llegamos tan temprano por la mañana que ni siquiera estaba la monja que vendía las entradas, pero como la puerta estaba abierta, entramos al jardín y allí estaba la iglesia, completamente cubierta de frescos en los que predomina en color azul. En su origen, el azul era tan intenso, que a este tono concreto de azul se le llamó en Rumanía "azul Voronet". Los frescos cuentan las historias del viejo testamento y parece que se hicieron para explicar las escrituras a los soldados porque estos eran analfabetos. Un buen amigo hizo el símil de los juglares que cantaban la historia que contaban apoyándose en viñetas dibujadas en una tela y tiene razón, es eso, pero a lo grande, en los muros de unas iglesias que ya de por si merecen la pena ser vistas.

Dentro, los suelos del interior de la iglesia están cubiertos de alfombras y estaba una monjita pasando la aspiradora, preparándolo todo para la llegada de los visitantes. En el interior, paredes y techos también están cubiertos de frescos, haciendo referencia al santo de cada monasterio. Un poco oscuro con la falta de lamparas y solo la luz de las primeras horas del día.

Monasterio Voronet, mural pintado

Precio de la entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei más para poder hacer fotos del exterior (los 10 Lei que se pagan por hacer vídeo nosotros no lo necesitamos).  En ningún monasterio está permitido hacer fotos o vídeo dentro de las iglesias, aunque siempre hay alguien que se salta las normas, claro.

En la misma entrada donde se compran las entradas hay también una pequeña tienda de recuerdos, principalmente motivos religiosos ortodoxos para los fieles, pero también unos huevos de gallina pintados a mano que nos gustaron especialmente y que te los venden protegidos en unos estuches de plástico tipo tartera en grupos de 4,6 u 8, muy convenientes para meter luego en la maleta.


 Monasterio de Humor (1530)

Torre del Monasterio Humor

Monasterio Humor, Bucovina


Monasterio Humor, muro pintado

Cerca de Voronet se encuentra el monasterio de Humor, similar en el exterior pero con una torre de defensa con techos de madera que también se puede visitar y desde la que se ve una imagen diferente del jardín, que no del monasterio porque lo tapan unos arboles muy convenientemente plantados. Humor y Moldovita han sido los que más nos han gustado. El jardín está muy cuidado y ese día estaba lleno de flores. El color de los frescos de la iglesia también era espectacular, con un mayor tono de rojos. en sus paredes.

Precio de entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei para fotos.


Monasterio Moldovita (1532)


Monasterio Moldovita, puerta de entrada

Monasterio Moldovita, muro pintado


Nos recibió con una impresionante puerta de entrada, casi como una fortaleza, que da paso a un gran jardín donde, además de la iglesia en la que predominan los tonos amarillos en las pinturas, estaba un pequeño museo con los restos encontrados y objetos antiguos de la iglesia, incluido el trono original del príncipe Petru Rares. A la entrada, de este museo, el busto de Petru Rares recibe a los visitantes. Y, por supuesto, una monjita ortodoxa, con su cofia y vestido, todo de negro, vigilando que no se toquen los objetos y, sobre todo, que no se saquen fotos si no tienes el correspondiente permiso de los 6 Lei.

Precio de entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei para fotos en el exterior.



Monasterio Sucevita (1583)


Monasterio Sucevita


Después de una carretera entre verdes campos y bosques cubriendo la montaña, con preciosas vistas, llegamos a Sucevita, en donde nos hemos encontrado por primera vez en toda Rumanía con un autobús de japoneses!!! Nos había parecido raro que no hubiésemos encontrado ningún tour internacional organizado en ninguno de los monasterios. Y es que el turismo internacional aún no ha descubierto de modo masivo estas joyas de la arquitectura religiosa medieval.

Sucevita es un complejo completamente amurallado con torres defensivas en cada extremo del recinto rectangular, rodeando la iglesia central. Pero en conjunto, pese a estar en un paisaje bajo una colina muy verde, resulta frío.


La iglesia tiene una de sus paredes exteriores sin pintar, la cara oeste, sin razón conocida. Los colores que predominan son el rojo y el verde. Y en el interior se están haciendo labores de restauración de los frescos, como,ocurre en los otros monasterios también, por lo que no se pueden ver en su totalidad. Pero pudimos comprobar la minuciosidad y delicadeza con que los jóvenes restauradores están realizando su trabajo, volviendo a dar el color con pinceles muy finos en aquellas zonas que lo habían perdido.

Precio de entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei de foto exterior.

Hay un restaurante en la colina de enfrente, al que merece la pena subir para tener una panorámica distinta (y el menú del restaurante no esta mal). Restaurante Hotel Cabanita.


Monasterio Dragormina (1609)


Un poco más alejado de la ruta, a 10 kms al noreste de Suceava, este monasterio está en plena fase de restauración de su muralla de defensa que tiene más de 10 metros de altura. La entrada es mucho más elegante, con un puente levadizo y un pasillo de piedra. Por fuera parece más un castillo que un monasterio. Y como está en obras, dejamos el coche en la fachada posterior, donde una pequeña puerta nos confunde y, al entrar, nos encontramos en un pasillo interior que da acceso a las cocinas...evidentemente, no era la entrada que buscábamos.

Monasterio Dragormina

Monasterio Dragormina, puerta de entrada

Dentro del monasterio hay un museo donde está el tesoro de Dragormina: varios ejemplares de biblias escritas en el siglo XVII y una vela profusamente decorada por el obispo Crimca. Pese a preguntar dos veces a la monja que nos había vendido las entradas al monasterio, tuvimos que dar varias vueltas para finalmente identificar la puerta, subiendo unas escaleras de piedra a la derecha de la entrada al recinto, que deja paso a la sala del museo. La luz se va iluminando según vas andando por las vitrinas. Muy ecológico.

Dos cosas a destacar en la iglesia: un cordón de piedra que simboliza la breve unidad de la nación de Valaquia, Moldavia y Transilvania; y su torre, que con 42 m. de altura, se convierte en la más alta de Bucovina.

Si podéis, cruzar con el coche al otro lado del pequeño estanque que hace el rio para ver el monasterio con mayor perspectiva. Creo que merece la pena.

Precio de entrada: 3 Lei por persona y los 6 Lei de foto exterior.


Hay otros monasterios en la zona, pero no teníamos más tiempo y después de 300 km. en un recorrido casi circular estábamos ya algo cansados, pero muy contentos de haber tenido la oportunidad de contemplar estas maravillas de nuestra historia.

Entradas de interés:
Monasterio de Voronet - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_voronet.html
Monasterio de Humor - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_humor.html
Monasterio de Moldovita - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_moldovita.html
Monasterio de Sucevita - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_sucevita.html
Bucovina - http://es.wikipedia.org/wiki/Bucovina
Monasterios Pintados de Bucovina - http://whc.unesco.org/en/list/598

Fin de semana en Salamanca y Valladolid

Viaje realizado en agosto de 2011

Salamanca es una de las ciudades en las que todos pensamos cuando hablamos de una ciudad universitaria con tradición en España. Una preciosa ciudad que aún guarda su encanto de ciudad grandiosa de nuestro siglo de oro. Con esas paredes escritas con letras en color sangre y esa caligrafía tan típica. Con una catedral nueva y una iglesia-convento de los Dominicos, obras cumbre de nuestro barroco español. Magníficas muestras de nuestro arte y recomendación inexcusable para ver. Recorrer sus calles, perdiéndose en los detalles de sus edificios. Buscando en los relieves de la Catedral Nueva la escultura del "Astronauta" o "Demonio comiendo un helado" que el restaurador de hace unos años incluyo para significar su obra. Y, por supuesto, encontrar la "Rana" en la fachada de figuras de la entrada de la Universidad de Salamanca. Si la encontráis por vosotros mismos y sois estudiantes antes de un examen, aprobaréis. Y si los estudios ya no son lo vuestro, pedid un deseo y se os cumplirá.

Demonio con helado en la fachada de la Universidad de SalamancaRana en la fachada de la Universidad de SalamancaAstronauta en la fachada de la Universidad de Salamanca


En esta escapada hemos hecho pernocta en el Hotel Room Mate Vega, elegante y céntrico junto a la plaza del mercado y la Plaza Mayor. Un muy buen sitio con un precio realmente recomendable (hemos pagado 65 euros por una habitación interior, suficientemente grande para no tener agobios, muy limpia y con un baño muy aceptable. Ojo, si vais a reservar, os recomendamos las habitaciones interiores si tenéis intención de no acostaros tarde, ya que al estar junto a varias terrazas el ruido puede ser importante.

Mesón Gonzalo, comedor

Después de dar una vuelta tras nuestra llegada, y como el calor empezaba a apretar (casi 40 grados a las dos de la tarde) hemos entrado a comer en el Mesón Gonzalo, junto a la Plaza Mayor, y que tiene un agradable salón en la bodega del edificio donde está ubicado. Lo que es una opción muy recomendable para soportar los calores veraniegos. La atención en el servicio y la comida son realmente buenos.

La comida: Una "Ensalada de ventresca" y después "Cochinillo al estilo tradicional" y "Cordero Lechal asado al estilo tradicional". Para completar la comida, unos buenos postres, "Torrija de brioche con chocolate blanco y helado de yogur búlgaro" y "Espuma de yogur con granizado de pasión". De bodega una botella de Ribera de Duero "Convento de San Francisco".






Al llegar la noche, sentados en la Plaza Mayor, viendo como se van las luces del cielo y se cambian por la fantástica iluminación de los balcones y medallones, hemos tapeado en el Mesón Cervantes. Un lugar recomendable para tapas, no para cenar, en nuestra opinión. Y como fin de día, y para cerrar una cena de tapas, un licor en "La chupitería" donde podéis elegir entre una buena variedad de licores por 1 euro.

Para desayunar, que mejor que en la Plaza de nuevo. Y en una de las buenas cafeterías de Salamanca: Las Torres. Una deliciosa "raqueta" típica de Salamanca, con una crema bien azucarada y la masa esponjosa. No así de bueno el croissant, que tenía sabor a estar frito en aceite en vez de hecho con mantequilla.

Como dato interesante de la Plaza Mayor, tiene todo alrededor una serie de medallones en piedra, con las caras de los gobernantes a lo largo de los siglos, desde los primeros reyes de la dinastía de los Austrias, hasta los últimos Borbones, incluyendo dos medallones para la Primera y Segunda República. Tiene también medallones para personajes ilustres (Santa Teresa, Unamuno, etc...). Ah, y encima del soportal que da a la calle del Mercado Antiguo, un medallón con la cara de Francisco Franco, al que los estudiantes llenan de pintura roja, año tras año.

En la vuelta, hemos parado en Valladolid. Antigua capital del Reino, hoy es una ciudad bonita, con una plaza mayor que no tiene árboles, siguiendo la línea actual de rehabilitación de estas plazas dejando sin sombras a los paseantes. Hoy especialmente, con 40 grados a la una y media de la tarde, se hacia aún más patente esta falta de masa vegetal. Afortunadamente, los soportales de la plaza y las calles aledañas hasta llegar al restaurante lo han paliado.

El restaurante "La Criolla" que hemos elegido para comer, recomendado por la guía Repsol, ha estado en línea. Aunque lo tradicional es tomar unas tablas mixtas que preparan con calamares, cinta de lomo, langostinos, pimientos y alguna que otra cosa más, servido sobre tabla de madera y que aún siendo para dos podrían comer perfectamente hasta 4 personas, hemos optado por ir a la carta. De primero, compartido, hemos tomado "Ensalada templada de verduras de temporada". No esperábamos que fuera realmente una parrillada de verduras, con más aceite del necesario para nuestro gusto. Eso sí, con dos rodajas de manzana asada lo que no es habitual. Un toque original.


De plato principal, como veis, hemos tomado unos platos de pescado: "Supremas de bacalao con tomate confitado" y "Milhojas de rape con langostinos y salmón en salsa de almendra". Fantástico. Tanto la presentación como el sabor.

Finalmente, para rematar esta comida, hemos tomado un delicioso "Pastel de almendra con chocolate" del que no podemos ofreceros ninguna imagen por que, al ponerlo sobre la mesa, de lo sugerente que era, no hemos podido evitar lanzarnos a su degustación. Pero os podemos asegurar que el chocolate estaba recién fundido y que el pastel, cremoso y servido en tarta redonda cubierta con chocolate fundido, estaba sencillamente espectacular.


Enlaces de interés Salamanca y Valladolid:

En Salamanca:
Salamanca Turismo - http://www.salamanca.es
Hotel Room Mate Vega - Pincha aquí para reservan en Agoda.
Restaurante Mesón de Gonzalo - http://www.elmesondegonzalo.es
Restaurante Cervantes - http://www.mesoncervantes.com/
Bar La chupitería - http://www.facebook.com/group.php?gid=9583478901
Cafetería Las Torres - http://www.hosteleriasalamanca.es/nuestra-recomendacion/otros/cafeteria-las-torres.php
Receta de Raqueta de Salamanca - http://biscotti.blogspot.com/2010/08/raquetas-de-salamanca.html


En Valladolid:
Valladolid Turismo -  http://www.disfrutavalladolid.com/
Restaurante La Criolla - http://www.restaurantelacriolla.es/

Una de Limonada y otra de cervezas rumanas

Inevitablemente, con tanto viaje de un lado a otro de Rumanía, con los calores estivales en un coche de alquiler con un aire acondicionado no demasiado potente, nos ha sido imprescindible mantenernos bien hidratados.

De entre los diferentes modos de hacerlo, dejando aparte la botellita de agua natural sin gas ("Plata" como dicen por allí), hemos descubierto que las "Limonadas" son una de las mejores y más tradicionales maneras en este país. Se piden tal y como está escrito. No hace falta traducir.

Te las sirven en jarrita de cristal de medio litro, con el limón recién exprimido, sin hielos, a veces con unas gotas de naranja y acompañado de varios azucarillos para que lo endulces a tu gusto y te vayas sirviendo. Y por solo 7 ú 8 Lei. Impresionante. Probadlas si tenéis ocasión.


La otra manera de hacerlo, y que además también nos encanta, es ir probando las diferentes cervezas de los sitios que visitamos. Prueba de ello y como parte de nuestro aprendizaje del país, os dejamos aquí algunas de nuestras impresiones sobre estas cervezas (dejemos constancia que no somos expertos en cervezas y que esto no es un blog de cerveceros). Por cierto, no en todas las partes del país se pueden tomar todas las cervezas. Como en nuestro país, vaya.
  • Silva Rubia. Con un punto ácido que resulta refrescante.
  • Silva Negra. Muy tostadita y no demasiado dulce. Genial.
  • Ciuj Rubia. Como la Silva pero más suave.
  • Holsten. La preferida de uno de estos viajeros, siempre que sea tirada de barril ("draught") y sin filtrar. Es ligeramente tostada. Perfecta. Aunque luego descubrimos que era alemana... (en la foto con unos torreznos y cebolla suave, en uno de los pocos sitios donde ponían tapa con la cerveza: El restaurante Sergiana en Brasov).
  • Timisoreana. También rubia. Muy suave y poco ácida. Agradable.
  • Ursus. Rubia fuerte. Con alta graduación pero muy buen sabor.
  • Stejar Strong. Ligeramente tostada. Con 7,5% es la segunda de las preferidas.
Las más comunes son Ursus y Silva.

Los precios por botellas de 500ml rondaban entre 4 y 8 Lei, dependiendo de la ciudad y el local. Es decir, entre 1 y 2 Euros aproximadamente.

Y ahora unas fotos para que las apreciéis y opinéis.

Noroc!!! (salud)











    Pueblos sajones II

    Ayer se nos fue de las manos la ruta. Aunque no lo habíamos planificado, animados por las buenas carreteras, se nos ocurrió ir hasta Alba Julia y de regreso ir parando en las iglesias fortificadas que queríamos ver. Pero cuando pasamos de la carretera 14 a la 14B, nos dimos cuenta de que una simple letra cambiaba el tipo de carretera, aunque en el mapa fueran aparentemente iguales. Carretera mas estrecha y con bastantes baches. Pero bueno, finalmente llegamos a Alba Julia.

    Una compañera rumana nos había hablado de la ciudad y en la guía que llevamos hablaban de una imponente ciudadela. Sin embargo, casi cuesta verla ya que está bien camuflada, pero en la parte trasera de la muralla vimos la catedral levantada por la coronación de la Reina María y Ferdinan I y por ahí entramos a la ciudadela. La catedral es diferente a las que hemos visto hasta ahora y la ciudadela, resulta difícil de describir, ya que dentro de un perímetro medieval te encuentras con calles en cuadrícula con casas estilo vienés y cuando llegas al otro extremo, te topas con las puertas de entrada barrocas. Una sensación extraña.

    Tras una comida en un restaurante fresco de uno de los bastiones de la muralla, desandamos camino, pero esta vez por la carretera principal. Alcanzamos a ver algunas iglesias fortificadas, aunque fuera desde el otro lado de muro, pero llegamos demasiado tarde a Biertan, así que hemos ido esta mañana a primera hora. Hemos madrugado pero no nos ha servido de mucho, ya que habían retrasado la entrada al recinto de Biertan por un bautizo y hasta las 11 no han abierto (hemos hecho tiempo acercándonos a otras iglesias, pero también estaban cerradas).

     Ha merecido la pena. Biertan tiene encanto. No es tan grande como Prejmer, pero se aprecia que ha sido cuidada por el propio uso, sin necesidad de demasiadas reconstrucciones. Tiene una bonita escalera cubierta de entrada y la cerradura de la sacristía es realmente impresionante, tal y como habíamos leído.

    El siguiente paso ha sido tomar la carretera hacia Vama, ya en Bucovina, atravesando los Cárpatos de nuevo, entre bonitos pueblos de montaña y algún que otro menos bonito y mas turístico pueblo. Se nota que esta es una zona de veraneo. Había muchas familias en el río pasando el día, como cuando nosotros éramos pequeños y nos llevaban al rio con las mesas plegables, la nevera y la sandía. El paisaje es espectacular. Hemos conseguido llegar al monasterio de Voronet media hora antes de que cerrasen y estábamos decidiendo si entrar o dejarlo para mañana cuando ha empezado a llover a mares, así que mañana será otro día.

    Pueblos sajones I

    Hoy hemos comenzado la ruta de los pueblos sajones, saliendo de Brasov, dirección Sighisoara, hemos tomado el desvío a Viscri desde Rupea y nos hemos encontrado con nuestra primera carretera con baches. ¿carretera? Bueno. Han sido 7 kms de camino. Tras atravesar zonas de sembrados donde estaban cortando la hierba con guadaña, hemos llegado a un pueblecito donde gallinas, ocas y pavos parecían ser los amos del lugar. Qué silencio. Qué paz. Era como retroceder en el tiempo. Incluso el abrevadero en el medio del pueblo echo con un tronco tallado.

    La iglesia fortificada no tiene pérdida, ya que está en la zona alta. Es un pequeño recinto con una bonita iglesia de madera con balconadas pintadas y bancos corridos. Podéis subir a la torre desde donde se tiene una buena vista de la zona, pero debéis superar la prueba de las escaleras y de la terraza en corredor con tablas de madera que parece que se van a romper en cualquier momento. No apto para vértigos.




    En las viviendas de la fortificación han instalado salas explicativas de la vida en la villa durante sus primeros años de fundación. Hemos podido ver una cama sajona y confirmado que es la base de las literas con cama de cajón en las que algunos dormimos de pequeños. En resumen, una pequeña fortificación bonita, cuidada por una amable viejecita que no nos ha cobrado los 2 lei de la entrada porque no tenía cambio.




    Siguiente parada: Saschiz. La verdad es que hemos parado porque se veía un castillo en lo alto, pero cuando en información de turismo nos han dicho que no se podía subir en coche, nos hemos rajado y hemos entrado en lo que parecía el único bar del pueblo a tomar un refresquito. Tiene una torre de defensa al lado de la carretera que merece una foto. Y es patrimonio de la Unesco.

    Shigisoara: una vez superado el tema de como llegar con el coche a la plaza de la ciudadela, donde está nuestro hotel, para no cargar con maletas por el empedrado, hemos comido fuera del recinto en el restaurante Rustic de la calle principal y cambiado dinero. En este punto hay que decir que ya cuesta conseguir cambio de 50 lei y te admiten cada vez menos la tarjeta, así que nos ha tocado "discutir" en el banco para que no nos dieran billetes de 100 al cambiar dinero (hemos llegado a decirle que cancelase la operación).

    Tras los trámites monetarios, hemos subido a la bonita torre del reloj (10 lei por persona y sin derecho a foto) y subido la escalera cubierta hasta la iglesia alemana. Hemos visto un sencillo espectáculo medieval en la plaza mientras tomábamos una Ursus y tras una ducha aquí estamos, haciendo la turistada de cenar en la casa donde nació Vlad Tepes.

    Nota meteorológica: hoy ha sido un día muy caluroso. Mucho. Mañana más iglesias sajonas.

    Comidas en Rumania 2

    Alba Julia - Pub 13.
    Es un sorprendente restaurante medieval en la misma muralla de la Ciudadela de Alba Julia. Podreis comer, con buen tiempo, en el puente que une la parte exterior de la defensa con la parte interior del restaurante, que está dentro de un acceso en la muralla. Si el tiempo no lo permite, dispone de un amplio salón interior, decorado con escudos y armaduras completas de diferentes epocas y ejercitos, en los que encontrareis desde el blason del Reino de Castilla y los yelmos castellanos, a los pendones de los ejercitos de Ricardo Corazón de León o de los mismisimos templarios.
    Su comida es muy buena, y la cerveza se sirve fresquita. Cuando estuvimos, comparado con el axfisiante calor exterior, fue una bendición. Tomamos "Muschi impanat cu cartofi taranesti". Por partes. "Cartofi taranesti" es un modo de preparar las patatas

    Bran y Rasnov

    ¿Quién no ha oído hablar del Conde Drácula y su castillo?

    El castillo verdadero de Vlad Tepes está en ruinas en un paraje espectacular. En el que hay que subir, según hemos leído, casi 400 escalones. Pero como nos parecía mucho y además estaba un poco alejado de nuestra ruta, hemos visitado hoy el "falso" que está en Bran y que se hizo
    mundialmente famoso por las películas Hollywood. No os podría describir la cantidad de gente que hay aquí. Y eso que hemos llegado a las 10 y media, en fin, también nos toca hablar de uno de los destinos turísticos por antonomasia de Rumanía y de Transilvania.

    Pero no está mal. Es un castillo defensivo construido por las propias gentes de Brasov de modo voluntario obligados por el rey para defender el paso de Bran contra las invasiones turcas. Además fue residencia de la Reina María de Rumania y de su hija Ileana. Toda la decoración de las pequeñas habitaciones y recovecos del castillo gira en torno a esto. Interesante parte de la historia reciente también de Rumanía. Pero como guiño al turista no faltan un par de habitaciones con referencias a los mitos medievales rumanos, la vida de Vlad Tepes y otras supersticiones en los que se basó Bram Stoker para hace su novela de Drácula.
    Y a la salida... Multitud de tiendas para comprar todo tipo de regalo turístico.

    Distancia: 15 kms. 35 minutos incluyendo el callejeo de salir de Brasov.
    Entrada: 20 leí con acceso al castillo y poder hacer fotos sin parar. (debo decir que en nuestro caso es difícil en este sitio hacer una foto en la que no haya nadie que son las que nos gustan)

    Cuando acabéis continuad por la misma carretera que traíais desde Brasov para ver el castillo desde la otra parte. Es una buena foto.

    Por cierto, si oís en algún sitio que siguiendo esta carretera hay una zona que parece la comarca de los Hobbits, no sigáis. El valle donde está Moieciu de Sus es muy bonito pero el pueblo es uno típico de montaña con muchas casas bonitas junto a macro-hoteles horribles.

    Y luego, regreso hacia Rasnov para ver la ciudadela. Se puede aparcar en parking en la entrada de la subida posterior y que en trenecito tirado por tractor es 3 leí, aunque luego no es tanto si queréis hacerlo andando.
    Entrada: 10 leí


    Son las ruinas de la ciudadela que está siendo reconstruida. Bonitas vistas de la ciudad y del valle y una manera de pensar como sería una ciudadela de estas en la edad media. Hay unas cuevas cercanas a un 1.5 kms, cuestan 10 leí, pero no merecen la pena. Es sólo una gran sala abovedada de 20 metros de alto con casi todas las estaláctitas y estálagmitas cortadas y con poca luz. Y además hay que andar 450 metros cuesta arriba en medio del bosque para llegar desde el pequeño parking que tiene a la entrada . El bosque sí ha sido espectacular de bonito.

    Continuando por la misma carretera se vuelve a Brasov.

    Ducha y a cenar. Otro día hablaremos de las comidas que estamos probando.

    Harman y Prejmer. Iglesias fortificadas


    Como hacía mal tiempo y la previsión en la zona de Bran y Rasnov era de niebla densa, hemos optado por ir a ver las dos iglesias fortificadas que están cerca de Brasov.