Tomando como base el pueblo de Vama y alojándonos en el peor hotel de todos los que hemos estado en Rumanía (Hotel Villa Excelsior) comenzamos la ruta de los monasterios de Bucovina, patrimonio de la Humanidad en el catalogo de la Unesco.
Monasterio Voronet (1487)
Desde fuera no parecía que fuera gran cosa, con un muro de protección muy alto que no deja ver el interior, aunque como habíamos visto fotos y leído sobre él, sabíamos que es uno de los monasterios imprescindibles de la zona. Llegamos tan temprano por la mañana que ni siquiera estaba la monja que vendía las entradas, pero como la puerta estaba abierta, entramos al jardín y allí estaba la iglesia, completamente cubierta de frescos en los que predomina en color azul. En su origen, el azul era tan intenso, que a este tono concreto de azul se le llamó en Rumanía "azul Voronet". Los frescos cuentan las historias del viejo testamento y parece que se hicieron para explicar las escrituras a los soldados porque estos eran analfabetos. Un buen amigo hizo el símil de los juglares que cantaban la historia que contaban apoyándose en viñetas dibujadas en una tela y tiene razón, es eso, pero a lo grande, en los muros de unas iglesias que ya de por si merecen la pena ser vistas.
Dentro, los suelos del interior de la iglesia están cubiertos de alfombras y estaba una monjita pasando la aspiradora, preparándolo todo para la llegada de los visitantes. En el interior, paredes y techos también están cubiertos de frescos, haciendo referencia al santo de cada monasterio. Un poco oscuro con la falta de lamparas y solo la luz de las primeras horas del día.
Precio de la entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei más para poder hacer fotos del exterior (los 10 Lei que se pagan por hacer vídeo nosotros no lo necesitamos). En ningún monasterio está permitido hacer fotos o vídeo dentro de las iglesias, aunque siempre hay alguien que se salta las normas, claro.
En la misma entrada donde se compran las entradas hay también una pequeña tienda de recuerdos, principalmente motivos religiosos ortodoxos para los fieles, pero también unos huevos de gallina pintados a mano que nos gustaron especialmente y que te los venden protegidos en unos estuches de plástico tipo tartera en grupos de 4,6 u 8, muy convenientes para meter luego en la maleta.
Monasterio de Humor (1530)
Cerca de Voronet se encuentra el monasterio de Humor, similar en el exterior pero con una torre de defensa con techos de madera que también se puede visitar y desde la que se ve una imagen diferente del jardín, que no del monasterio porque lo tapan unos arboles muy convenientemente plantados. Humor y Moldovita han sido los que más nos han gustado. El jardín está muy cuidado y ese día estaba lleno de flores. El color de los frescos de la iglesia también era espectacular, con un mayor tono de rojos. en sus paredes.
Precio de entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei para fotos.
Monasterio Moldovita (1532)
Nos recibió con una impresionante puerta de entrada, casi como una fortaleza, que da paso a un gran jardín donde, además de la iglesia en la que predominan los tonos amarillos en las pinturas, estaba un pequeño museo con los restos encontrados y objetos antiguos de la iglesia, incluido el trono original del príncipe Petru Rares. A la entrada, de este museo, el busto de Petru Rares recibe a los visitantes. Y, por supuesto, una monjita ortodoxa, con su cofia y vestido, todo de negro, vigilando que no se toquen los objetos y, sobre todo, que no se saquen fotos si no tienes el correspondiente permiso de los 6 Lei.
Precio de entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei para fotos en el exterior.
Monasterio Sucevita (1583)
Después de una carretera entre verdes campos y bosques cubriendo la montaña, con preciosas vistas, llegamos a Sucevita, en donde nos hemos encontrado por primera vez en toda Rumanía con un autobús de japoneses!!! Nos había parecido raro que no hubiésemos encontrado ningún tour internacional organizado en ninguno de los monasterios. Y es que el turismo internacional aún no ha descubierto de modo masivo estas joyas de la arquitectura religiosa medieval.
Sucevita es un complejo completamente amurallado con torres defensivas en cada extremo del recinto rectangular, rodeando la iglesia central. Pero en conjunto, pese a estar en un paisaje bajo una colina muy verde, resulta frío.
La iglesia tiene una de sus paredes exteriores sin pintar, la cara oeste, sin razón conocida. Los colores que predominan son el rojo y el verde. Y en el interior se están haciendo labores de restauración de los frescos, como,ocurre en los otros monasterios también, por lo que no se pueden ver en su totalidad. Pero pudimos comprobar la minuciosidad y delicadeza con que los jóvenes restauradores están realizando su trabajo, volviendo a dar el color con pinceles muy finos en aquellas zonas que lo habían perdido.
Precio de entrada: 3 Lei por persona y 6 Lei de foto exterior.
Hay un restaurante en la colina de enfrente, al que merece la pena subir para tener una panorámica distinta (y el menú del restaurante no esta mal). Restaurante Hotel Cabanita.
Monasterio Dragormina (1609)
Un poco más alejado de la ruta, a 10 kms al noreste de Suceava, este monasterio está en plena fase de restauración de su muralla de defensa que tiene más de 10 metros de altura. La entrada es mucho más elegante, con un puente levadizo y un pasillo de piedra. Por fuera parece más un castillo que un monasterio. Y como está en obras, dejamos el coche en la fachada posterior, donde una pequeña puerta nos confunde y, al entrar, nos encontramos en un pasillo interior que da acceso a las cocinas...evidentemente, no era la entrada que buscábamos.
Dentro del monasterio hay un museo donde está el tesoro de Dragormina: varios ejemplares de biblias escritas en el siglo XVII y una vela profusamente decorada por el obispo Crimca. Pese a preguntar dos veces a la monja que nos había vendido las entradas al monasterio, tuvimos que dar varias vueltas para finalmente identificar la puerta, subiendo unas escaleras de piedra a la derecha de la entrada al recinto, que deja paso a la sala del museo. La luz se va iluminando según vas andando por las vitrinas. Muy ecológico.
Dos cosas a destacar en la iglesia: un cordón de piedra que simboliza la breve unidad de la nación de Valaquia, Moldavia y Transilvania; y su torre, que con 42 m. de altura, se convierte en la más alta de Bucovina.
Si podéis, cruzar con el coche al otro lado del pequeño estanque que hace el rio para ver el monasterio con mayor perspectiva. Creo que merece la pena.
Precio de entrada: 3 Lei por persona y los 6 Lei de foto exterior.
Hay otros monasterios en la zona, pero no teníamos más tiempo y después de 300 km. en un recorrido casi circular estábamos ya algo cansados, pero muy contentos de haber tenido la oportunidad de contemplar estas maravillas de nuestra historia.
Entradas de interés:
Monasterio de Voronet - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_voronet.html
Monasterio de Humor - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_humor.html
Monasterio de Moldovita - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_moldovita.html
Monasterio de Sucevita - http://www.viajes-rumania.com/monasterio_sucevita.html
Bucovina - http://es.wikipedia.org/wiki/Bucovina
Monasterios Pintados de Bucovina - http://whc.unesco.org/en/list/598