Viaje realizado en julio de 2011
Salir de viaje sin haber preparado nada antes es uno de los pequeños placeres de un viajero. Este es uno de esos viajes. Empezar el día y pensar ¿nos vamos a pasar el fin de semana a Castilla-León? ¿que tal a Toro (Zamora)?
Salir de viaje sin haber preparado nada antes es uno de los pequeños placeres de un viajero. Este es uno de esos viajes. Empezar el día y pensar ¿nos vamos a pasar el fin de semana a Castilla-León? ¿que tal a Toro (Zamora)?
Repartido en dos días, son cinco horas de viaje en coche desde Madrid casi todo por autopista. Coste total del viaje: combustible y de peajes (un total de 70 euros) y hotel en Toro (75 euros). Mas lo que queráis gastar en comidas, claro.
Toro es una de esas pequeñas ciudades castellanas desconocidas para muchos pero con un encanto especial, bañado por el río Duero y por la historia. Un doble paño defensivo, hoy prácticamente inexistente protegía la ciudad, y aún se ven algunas de sus puertas que podréis ver al pasear. Dejaros envolver por los rincones tranquilos y por los soportales junto a la Plaza Mayor. No dejéis de admirar la fantástica Torre del Reloj, hace años roja, dicen por haberse construido con vino en vez de agua en la argamasa.
Y en la plaza mayor, realmente una plaza abierta adosada a la calle principal peatonal, llena de terrazas tranquilas, disfrutad de los agradables tintos por los que la tierra de Toro es conocida; y de su buena comida, donde el lechazo de Castilla y la Ternera son los reyes. Os recomendamos el Bar Alegría en la Plaza o el mesón Castilla, de trato cordial al viajero.
Entrada la tarde, paseandolo por esta misma calle, el ambiente invita a refrescarse tomando uno de sus múltiples dulces de pastelería (mantecados, pastas de almendra amarga...). Disfrutad de la tarde y la noche en una de estas terrazas.
Si, por el contrario, al viajero le atrae el arte, en Toro hay una amplia muestra. La arquitectura tradicional es variada, aunque se nota que la crisis hace mella y algunas antiguas casas y palacios están en ruina y solo conservan sus fachada. Pero no dejéis de ver sus magníficos restos de arquitectura civil-militar y, sobre todo, religiosa. Hay un bono de 3 euros para ver las 5 iglesias-museo principales y es recomendable ver las cinco, cada una tiene algo especial, pero si andáis mal de tiempo recomiendo sobre todo tres: La Real Colegiata de Santa María, San Sebastián de los Caballeros y Santo Sepulcro.
En la Real Colegiata de Santa María es imprescindible ver el Pórtico de la Majestad, o Pórtico de la Gloria, recientemente restaurado con imágenes policromadas de 1545, en tiempos de Sancho II. Una de las mejores muestras en Castilla.
Real Colegiata de Santa María |
Pórtico de la Gloria
Y un secreto, acercaros a la sede de la Policía y del consejo regulador del vino de Toro, ambos hoy en el Palacio de los Condes de Requena. El acceso es libre y se pueden admirar dos patios fantásticos, uno en piedra y madera, y el otro, llamado "del siete", en madera porticada y ventanales.
Para dormir, os recomiendo en Toro el Hotel Juan II (HR ***). Cuando hagáis la reserva, indicad a la Recepción que queréis una habitación con vistas al Mirador del Duero, por encima del nuevo paseo del Espolón. Resulta realmente agradable despertar por la mañana con unas vistas tan magnificas y el sonido de los pájaros haciendo ejercicios de vuelo matutinos.
Como complemento final, de regreso, parada en Olmedo, en el Restaurante Caballero de Olmedo para degustar una sopa castellana y un rico lechazo (o un bacalao o un cochinillo) con un postre de mouse de queso deliciosa por el módico precio de menú de 32 euros. El ambiente os sorprenderá.
Muy interesantes los datos de Toro. Igual me doy una vuelta. Gracias.
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