Entre las paredes graníticas imponentes del macizo central de los Picos de Europa, discurre un pequeño río, el Cares. Un buen número de personas recorren cada día los casi 12 kilómetros por los que discurre el camino creado para el mantenimiento de la conducción de agua de una central eléctrica y que se ha convertido en uno de los caminos senderistas más famosos y transitados de la Península Ibérica: La Ruta del Cares, la Garganta Divina.
Para hacer la ruta desde nuestro alojamiento en Cangas de Onís, hubiese sido casi lógico acercarnos a la localidad de Puente Poncebos (Asturias), uno de los extremos de la ruta, para iniciar el camino desde ahí al estar más cercano. Pero optamos por empezar por la parte más interesante, en Caín (León), aunque nos obligaba a madrugar y hacer un trayecto de casi 80 kilómetros para llegar. Eso hicimos, iniciando el viaje al amanecer para poder estar en Caín no más tarde las diez de la mañana con el objetivo de empezar a andar en la senda a esa hora. No sabíamos entonces que el camino iba a ser más largo que lo que nos decía el navegador, debido al trazado tortuoso de la carretera por lo que tardamos una hora más de lo planeado.
La carretera hasta Caín discurre primero por el impresionante Desfiladero de los Beyos. A esa hora temprana no había casi tráfico, y además con la ligera niebla, el aspecto de la carretera era más solitario. Como está llena de tramos bastante estrechos arrancados de la roca, lo agradecimos.
Además, en una de las curvas nos encontramos con dos rebecos que estaban ramoneando junto al borde de la carretera en un tramo bastante estrecho.
Ya saliendo del desfiladero, la niebla se hizo densa y nos acompañó prácticamente hasta que dejamos Posada de Valdeón bajando a Caín, donde al despejarse nos permitió contemplar la majestuosidad del macizo central por primera vez en el recorrido.
Caín
Y llegamos a Caín. Teniendo en cuenta que era un día de diario nos sorprendió la cantidad de coches que ya estaban en los diversos solares que los lugareños han habilitado como aparcamientos por un módico precio diario. Caín es una pequeña pedanía, llena casi por completo de restaurantes y de tiendas dirigidas a los senderistas que parten o llegan hasta este lugar atraídos por la famosa senda.
Tras dejar el coche bien situado, nos dirigimos al inicio del camino, disfrutando de la belleza que el río, con bastante agua, nos mostraba en forma de cascadas. Por cierto, el agua del río estaba helada pese a ser mediados de agosto.
Y hablando de agua, no hay fuentes de agua potable en los doce kilometros de senda, así que es obligatorio cargar alguna botella de agua en la mochila.
Sendero PR-PNPE-3
La senda del Cares está integrada en la red de sendas del Principado, con el indicativo PR-PNPE-3, aunque todo el mundo la llama coloquialmente “Ruta del Cares” o “Ruta de la Garganta Divina del Cares”.
El origen de la ruta es la construcción, en la primera mitad del siglo XX, de la acequia que transporta el agua desde una presa en Caín hasta la central eléctrica ubicada junto a Puente Poncebos, aprovechando el desnivel existente entre los dos puntos. Esta impresionante obra de ingeniería se puede ver en varios puntos y es también el motivo de algunas de las construcciones espectaculares que íbamos a descubrir.
Tiene una longitud de 12 kilómetros entre Caín y Puente Poncebos, por tanto, son 24 kilómetros de ida y vuelta, lo que exige empezar temprano para poder completarla, habitualmente aprovechando para comer al llegar a un extremo del recorrido y luego volver. Aunque su trazado desde Caín es de tipo fácil-medio, no deja de ser una senda de alta montaña, con mucha piedra suelta, de gran longitud, y tramos puntuales con fuerte pendiente.
Nosotros no teníamos intención de hacerla completa por la distancia y porque la zona de Puente Poncebos, que además tiene una pendiente acusada, es mucho más abierta y menos espectacular que la zona de Caín, mucho más angosta.
Presa de Caín
Comienza el recorrido en este punto, a 500 m.s.n.m., con la presa que inicia la obra de ingeniería. Se localiza en la embocadura que da comienzo a la garganta. En este punto, el río represado se desborda por la izquierda hacia la canalización de la eléctrica mientras el resto del agua cae por la presa que un puente ayuda a bordear.
Escalera de salmones a la izquierda de la presa |
Túneles
Una vez cruzada la presa, se inicia propiamente la senda, en este tramo, a través de los túneles excavados en la roca, con ventanas que permiten disfrutar de las vistas del río.
Estos tramos excavados se repiten a lo largo de la ruta donde los ingenieros, debido a la naturaleza abrupta de la garganta, no tuvieron más opción que hacer tuneles para poder continuar la senda. Sin embargo, gracias a ello, podemos disfrutar de espectaculares imágenes durante el recorrido. Lástima que en este caso, al ser agosto, la canalización de agua no tenía tanta como para rebosar y mostrarnos una cascada a través de los aliviaderos que se aprecian en la imagen y que habíamos podido ver en alguna web.
Puente de los Rebecos
Llegamos al Puente de los Rebecos. Es de color verde y es una estructura muy fotografiada en las diversas guías del parque y que permite a la senda cruzar al lado derecho de la orilla del río. Es el puente que hemos seleccionado como foto principal de esta entrada.
Justo antes de llegar al puente, hay un abrigo natural en forma de cueva que sirve de refugio para los caminantes que buscan una sombra o guarecerse de una lluvia.
Puente Bolín
Este es el puente con mayor desnivel con el río, y permite a la senda volver al lado izquierdo junto a la acequia. Desde este punto, la garganta se abre y el paisaje empieza a cambiar pudiendo ver las laderas de las montañas llenas de torrenteras llenas de piedra que en invierno se llenan de caídas de agua, y donde solo las cabras y rebecos se aventuran. La vista sobre el río bajo nuestros pies es impactante.
Pasarela de la Huertona
Esta pasarela de madera con un mirador sobre el precipicio del río a más de 100 metros ha sido construida el pasado 2015, a raíz de un grave desprendimiento de rocas que dejó inaccesible la senda en un tramo de 23 metros. Finalmente, tras varios meses de trabajo intenso y peligroso, ahora la senda tiene un aliciente más. Y merece la pena, os lo podemos asegurar, aunque mucha gente no se para a admirar la proeza técnica detrás de esta zona del camino.
Caserío y Majada de Culiembro
En este punto el camino se bifurca indicando la posibilidad de llegar a los Lagos de Covadonga por un sendero estrecho muy empinado, usado principalmente por los cabreros y por los senderistas con animo de experiencias diferentes. Está indicado claramente.
Es en este paraje donde además se encuentran un par de corrales construidos con piedra, pasando casi inadvertidos (en la foto, en la izquierda sobre la senda) para las cabras que pastan libremente en esta zona, ramoneando los brotes de los encinares que pueblan el entorno.
La cabra es, junto al rebeco, el animal representativo de la Senda del Cares |
Subida a los Collados
Una vez superado el Llano de la Sota, y tras estar a 350 m.s.m.n. comienza la subida a Los Collados, a 500 m.s.m.n.. Primero pasamos por la zona denominada Canal del Escalero, y fue en esta pequeña subida cuando decidimos volvernos sin casi iniciarla. Llevábamos siete kilómetros de los doce que tiene la senda y las nubes se estaban acumulando y poniéndose grises, amenazando tormenta.
Regreso a Cain
Una vez de vuelta en Caín, aprovechamos para tomar un refrigerio antes de regresar a Cangas de Onís. La decisión de volvernos fue acertada porque el cielo, que en la mañana se nos mostró azul con escasas nubes, se había cubierto durante nuestra vuelta, comenzando a llover y bajando la temperatura.
Mirador del Tombo
En el camino de regreso a Cangas, nos paramos a observar una última vez el paisaje del valle desde el Mirador del Tombo, con su inconfundible estatua al Rebeco y un panel informativo de las montañas del Macizo Central. El Cares corría abajo rumbo a Cain y a la garganta que nos había hecho disfrutar en esa mañana.
Qué ver cerca de la Ruta del Cares
Travesía ferrata del Cares
Aunque no está en la Senda del Cares, el ayuntamiento de Cordiñanes ha abierto hace unos años una atracción turística, la Travesía Ferrata sobre el río Cares que incluye un puente tibetano a más de 30 metros de altura sobre el río y una subida de 800 metros, casi en vertical, sobre una pared rocosa.Os dejamos un enlace a más información en esta página del ayuntamiento donde además, tendréis que solicitar la reserva de acceso, que es obligatoria.
Lagos de Covadonga
Dentro de los Picos de Europa la otra parada imprescindible es una subida a los Lagos de Covadonga o Lagos de Enol, pero os contamos la visita que hicimos a este paraje en otra entrada, con el recorrido circular visitando la mina y los lagos. Os dejamos aquí una foto para que vayáis abriendo boca.
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Datos prácticos Ruta del Cares:
Cómo llegar a la Ruta del Cares.
En coche, para llegar primero a Cangas de Onís, es necesario ir por la carretera N-625 desde Arriondas, a donde habremos llegado por la N-634 desde Oviedo En nuestro caso, para llegar a Caín optamos por la carretera que va desde Cangas a Riaño (N-625) por el desfiladero de los Beyos y luego por la LE-2711 que sube por Posada de Valdeón hasta luego desviarse hacia Caín.
En autobús, la empresa ALSA tiene un servicio de autobuses desde Cangas de Onís bien hasta Puente Poncebos bien hasta Caín, con objeto de poder iniciar la marcha desde uno desde esos puntos y de volver desde el otro si se quiere. El coste de estos transportes También, a la vuelta de la ruta, en Caín, estaban esperando transportes privados que ofrecen el regreso a Cangas subiendo por pistas forestales, con costes variables de 25€ a 50€ dependiendo de la duración del transporte.
En avión, se puede llegar a Oviedo, capital del Principado de Asturias, que comparte aeropuerto con Gijón y Avilés. Este aeropuerto está comunicado con Madrid y otras ciudades europeas por líneas de bajo coste. Desde el aeropuerto hay un servicio de autobús al centro de la ciudad, desde donde será necesario tomar un autobús o coche para desplazarse a Cangas de Onis.
En tren, es posible llegar a Oviedo cuya estación está en pleno centro, aunque la duración de los trayectos no es de las mejores, ya que no dispone de líneas de alta velocidad.
En barco, no hay líneas regulares de pasajeros, aunque es posible llegar A Coruña o Santander en ferry desde Inglaterra y Bretaña para luego desplazarse en coche o autobús hasta Oviedo, aunque no es la mejor combinación a nuestro entender.
Autobús en Caín para regresar a Cangas de Onis |
Dificultad de la Ruta del Cares:
Es una ruta sencilla. Exigente por su longitud, pero bien señalizada y con el camino despejado. En algunos tramos es más estrecha, pero en general, permite cruzarse a dos personas de forma cómoda. Recomendamos llevar algo de comida y abundante agua, ya que no hay ninguna de las dos cosas en el camino.
Lamentablemente, no está exenta de peligro, al ser una senda con un profundo precipicio y sin barandillas. Hoy mismo ha fallecido una persona al caer en la zona que hay entre el Puente de los Rebecos y el de Bolín.
Mapa de situación de la Ruta del Cares:
Para planificar la visita a esta ruta os dejamos un mapa de la ruta y otro con su localización en la provincia de Asturias:
Panel informativo de la Ruta de las Cares al inicio del camino |
Ubicación de la Senda del Cares en el Parque Nacional de Picos de Europa en Asturias |
Horario de visita a la Ruta del Cares:
No hay limitaciones en horario ni en número al acceso a los visitantes a la Ruta del Cares, aunque el sentido común, al ser un paraje natural de alta montaña, indica que es conveniente llegar al lugar en periodos en que haya luz solar y sin riesgo de tormentas. En caso de realizar la visita en invierno, os recomendamos ropa de abrigo y bastones para andar por nieve.
El coste del aparcamiento por un día completo es de 3€ en todos los aparcamientos del pueblo.
Información turística de la Ruta del Cares:
Para la ruta del Cares tenéis información adicional en los siguientes enlaces, sobre todo si queréis ir desde Puente Poncebos, en la página oficial del parque, así como el geotrack en KML y un mapa de las Rutas señalizadas de senderismo por el Parque Nacional de los Picos de Europa.
Dónde dormir y comer en Caín y/o Cangas de Onís:
A nivel de sitios para comer, Caín tiene múltiples lugares junto al camino para saciar el hambre y sed del caminante, con menús a precios variables entre 10 y 15€. Nosotros nos decidimos por el restaurante "La Senda" cercano al aparcamiento donde habíamos dejado el coche. Nos gustó su comida regada con buena sidra. Repetiríamos.
Merluza a la sidra |
No dispone de restaurante pero está junto a una zona de sidrerías entre las que os recomendamos la Sidrería Restaurante Parrilla Monte Auseva, que nos encantó por tener precios más asequibles que las otras cercanas, pero con una calidad buenísima en platos tradicionales (cachopo, fabes, pescados, ...)
Maravillosas fotos!!! Me habéis recordado cuando lo hice.....
ResponderEliminarGracias, Pili. Sacar fotos en un sitio así es fácil ;-)
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