Un día en Zion National Park

Día 29 de abril 

Zion es un parque diferente a los que habíamos visto en Estados Unidos. Nos pareció más el típico valle profundo con enormes montañas a los lados, similar a los valles de los Pirineos o Alpes. Un intermedio entre los paisajes de cañones de la meseta de Colorado y los desérticos que veríamos en Death Valley. Un remanso de paz, de naturaleza y de verdor.

Al parque se puede entrar en coche por Springdale en el este o por Mount Carmel en el oeste. Esta fue la entrada que nosotros tomamos ya que veníamos desde Panguitch, tras ver Bryce Canyon. Y la verdad es que la carretera era espectacular.

Tras pasar la zona de entrada donde hay aparcamientos para dejar el coche, pero que no usamos, lo primero que vimos fue el Checkerboard Mesa. Una formación geológica que dibuja en una pared granítica líneas que asemejan un tablero de ajedrez. El mirador permite también observar parte del cañón de un antiguo río que se va abriendo paso por la montaña. Hoy en día, la carretera usa una serie de túneles muy oscuros y largos para atravesar esta zona y abrirse paso hasta el verdadero cañón de Zion. Las revueltas de la carretera fueron mareantes.

Checkerboard Mesa a la izquierda

Una vez pasada esa zona, con mucho tráfico por ser sábado por cierto, llegamos a la entrada oeste, dónde está el Centro de Visitantes y, como no conocíamos bien la zona y las indicaciones no son muy claras, dicho sea de paso, nos salimos sin querer del parque por lo que tuvimos que dar la vuelta en el pueblo y volver a entrar, sufriendo la caravana de coches que estaba parada comprando la entrada. Fue media hora de tiempo perdido, pero tuvimos la recompensa de poder aparcar en el Centro de Visitantes donde, tras ver las explicaciones y vídeos, pudimos tomar el autobús gratuito (shuttle) que nos llevaría hasta lo más interno del cañón excavado por el río Virgin y empezar nuestra visita. Elegimos hacer varias rutas pequeñas para poder ver diferentes partes del parque.

Zion Lodge, bajo Red Arch Mountain

En el camino fuimos viendo alguna de las paredes con formaciones de nombres muy bíblicos:

Picos Abraham, Isaac y Jacop. Los Patriarcas

Mount Zion

 
Angel's Landing (uno de los puntos más populares)

Hasta llegar a nuestra parada final, Temple of Shinawava,

donde se inicia la senda Riverside walk de tipo fácil, de 3,5 km, preparada para sillas de ruedas, que se interna por el cañón para poder disfrutar del río y sus arboledas. Pudimos ver las ardillas de la zona (muchas) y algunos buitres en los costados mientras avanzábamos. Sin embargo, al llegar al final de la senda habilitada, en el punto denominado "The Narrows", no pudimos avanzar dentro del río, ya que había aviso de Flash Flood (inundación repentina), por lo que no pudimos llegar a ver las Mystery Canyon Falls que están un poco más adelante. Parece ser que estas inundaciones son bastante frecuentes en esta zona, más incluso que en Antelope Canyon.

Las ardillas se te acercan para que les des comida

Volviendo en el shuttle, frente a los impresionantes peñascos de "The Organ",

primero nos bajamos en la parada de la cascada de las "Weeping Rock", una pequeña cascada en forma de cortina, según la guía que nos habían dado en el Centro de Visitantes. Después de un empinado camino de 600 metros, preparado para sillas de ruedas, llegamos a lo que se supone que era la cascada, pero que la falta de agua lo convertía en un tímido chorrillo. Nada espectacular, ni parecido a lo que habíamos visto en las fotos.  Desde aquí parte también una de las sendas más duras del parque, la del "Observation Point". Pero la dejamos para otra visita porque es una senda de tipo difícil ("stenuous" que dirían por aquí) de 13 kms, con un desnivel de 655m y a la hora que llegamos el sol apretaba fuerte.

Continuamos el recorrido de descenso en el autobús parando en las "Emerald Pools/ Mount Zion" para hacer otra senda de tipo fácil. Desde la parada, cruzando la carretera, se inicia a la izquierda, hacia las montañas, el camino que va ascendiendo levemente durante un kilómetro y medio, en una zona de sombra a la hora de la tarde que lo hicimos, hasta llegar a las primeras cascadas, las Lower Emerald Pools, que sólo eran un hilillo de agua en lo alto de la roca. Siguiendo el sendero, llegamos a las Middle Emerald Pools. No tenían mucha agua por lo que el lago más que esmeralda estaba marrón y la cortina de agua era muy escasa, casi inexistente.

Lower Emerald Pools

Subida de las Lower a las Middle Emerald Pools

Middle Emerald Pools

Desde allí sigue subiendo el sendero unos quinientos metros más, ahora ya un poco más abrupto, hacia las cascadas superiores, las Upper Emerald Pools. La verdad es que, debe ser claramente por la falta de agua, pero fueron un poco decepcionantes. Unas pequeñas charcas sin apenas agua, de color marrón y sin cascadas. Mucha gente subiendo y bajando, eso sí.

Upper Emerald Pools

Y, con esto, ya decidimos bajar al coche para continuar hasta nuestro hotel en Mesquite y continuar nuestra ruta hacia el sur. No hicimos otra de las sendas difíciles del parque, que con un día más de tiempo nos hubiéramos atrevido a realizar. Nos estamos refiriendo a la senda de "Angels Landing", de 8,7 kms y desnivel de 453m, con un pasaje muy estrecho no apto para personas con vértigo y desde donde se puede observar una panorámica excepcional del cañón.

Al pasar por la zona de acampada, ya comenzando a atardecer, vimos un cervatillo. Parece ser que a estas horas no es infrecuente que se acerquen a la zona, donde siempre hay quien les alimenta.

Al día siguiente nos esperaba otro sitio excepcional y totalmente diferente al verde cañón de Zion, el desértico Death Valley con su lago de sal y sus montañas de colores. Os lo contamos en la próxima entrada.


Datos prácticos:

Cambio orientativo: 1 dólar = 0,85 euros. El uso de tarjeta está ampliamente extendido, aunque es muy frecuente que las tarjetas con Chip y Pin no se acepten si no tienen banda magnética.

Transporte: aunque nosotros fuimos en coche de alquiler desde Panguitch tras ver Bryce Canyon, se pude llegar a Zion en autobús como luego os explicamos.

Si vais en coche, Springdale está a 495 kilómetros de Salt Lake City hacia el sur por la autopista interestatal 15 y luego enlazar con la 9. Si vais desde Las Vegas está a 270 kilómetros hacia el norte por la interestatal 15 y luego enlazar con la 9.

En autobús Greyhound se puede llegar con el 6053 o 6051 desde desde Las Vegas hasta el pueblo de St.George en la interestatal 15 (hay dos al día por un precio entre $18 ó $45 según el tipo de billete que elijas). Luego hay un autobús a las 10:00 de la empresa BunduBus (www.bundubus.com) desde esta ciudad a Springdale por un coste aproximado de $35 ó $55 según la clase. El autobús de esta empresa que sale de Las Vegas a St.George a las 06:00 por $55 es una buena opción alternativa al Greyhound para evitar pernoctar en este caso. Esta compañía ofrece además transportes entre ambos parques y con otros.

Entrada al Zion National Park: el coste de entrada es de $30 para un vehículo de hasta cuatro personas y $15 por persona adicional. El Pase es para siete días seguidos de uso. Y es gratuito si lleváis el Pase Anual del Servicio de Parques.

La entrada incluye un servicio de shuttle gratuito desde los aparcamientos situados al inicio del parque en el cercano pueblo de Springdale así como desde el aparcamiento junto al Centro de Visitantes ya en el interior en esta carretera. En época de gran afluencia es recomendable usar estos shuttle que van haciendo recorrido por los puntos de interés debido a que es prácticamente imposible aparcar a lo largo de la carretera que atraviesa el parque y porque en la carretera escénica no pueden entrar los coches particulares. En las principales paradas hay zona de baños y fuentes de agua.

Aunque el parque abre 24 horas al día durante casi todo el año, es recomendable ver el horario del Centro de Visitantes (suele cerrar con el atardecer) en su página web donde además podéis encontrar más información, mapas del lugar y otros recorridos recomendados.

Alojamiento en Mesquite (Nevada): Virgin River Hotel & Casino. Limpio, cómodo y con piscina. Es un hotel casino típico de Nevada, junto a la carretera, donde también se pueden encontrar diversos sitios para comer, aunque nosotros preferimos ir a a una hamburguesería del pueblo.