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Qué ver en Vancouver

Días 2 y 3 de mayo 

Girl in a Wetsuit

Vancouver es la capital de la Columbia Británica, en la costa oeste de Canadá. La puerta a las tierras del norte. Un puerto seguro antes de seguir hacia las tierras del Yukon y de Alaska. Un lugar de encuentro entre la tradición indígena y la británica.
Llegamos en vuelo desde Los Ángeles, tras nuestro recorrido por los grandes Parques Nacionales del Oeste de EE.UU. con ganas de adentrarnos en los parajes montañosos de la Columbia Británica. Por ello, recalar en este puerto, hoy gran ciudad, era una buena opción para iniciar nuestro recorrido de siete días por la zona. Y también, no nos vamos a engañar, porque los vuelos con destino a Vancouver tenían buen precio. Aquí estaríamos dos días antes de recoger el coche que alquilamos. Es una ciudad llena de pequeñas islas conectadas por puentes, que se han ido llenando, no sólo de edificios de viviendas, sino de fábricas, aserraderos y otras industrias, además de ser la sede de la prestigiosa Universidad de British Columbia.


A nuestra llegada, tras aprovisionarnos de algo de comida para estos dos días, pensábamos acercarnos al centro, pero amenazaba tormenta y preferimos descansar tras el madrugón de salida de Los Ángeles. Así de paso también fuimos a una lavandería cercana. Desde que llegamos a Norteamérica, habíamos cambiado de costumbres respecto a esto. El clima ya no permitía que la ropa, menos ligera ahora, se secase durante la noche, así que usábamos toda la que teníamos e íbamos a una de las muchas lavanderías de monedas cuando era necesario.


Al pasear junto al hotel, por calles amplias de pequeñas casas adosadas con jardines llenos de flores de múltiples colores, descubrimos que tienen una amplia colonia de emigrantes o descendientes vietnamitas en esta parte. Disfrutamos en un supermercado vietnamita viendo productos que nos habían gustado, en especial el café vietnamita nos traía muy buenos recuerdos.

Sin embargo, a la mañana siguiente descubrimos que la tormenta no había pasado, sino que íbamos a estar todo el día con lluvia. No es agradable pasear entre chubascos ¡pero esto es Canadá! Así que nos pusimos los impermeables y nos fuimos al metro para bajar al Downtown.


Nuestra primera parada sería Gastown. Este barrio de Vancouver cercano al puerto es famoso por su reloj de vapor (el Steam Clock), único en el mundo, y centro de las fotos de los viajeros como nosotros. Aunque con la lluvia era difícil sacar una foto decente, es verdad. A su alrededor los edificios nos recordaban los de zonas de Inglaterra de mediados de siglo XX con los ladrillos oscuros. Parecía la vieja Europa con sus aceras de arcilla cocida roja, sus marquesinas de forja y las farolas negras. Disfrutamos del paseo. Nos sentimos muy bien en esta zona.


Siguiente punto del recorrido: Stanley Park. El autobús, tras pasar por la zona financiera, nos dejaba en la puerta del Zoo Aquarium de Vancouver, el mayor acuario de Canadá, en medio del que es el parque urbano más grande de Canadá, con algo más de 400 hectáreas. Aunque llovía, no era del todo desagradable deambular en medio de las coníferas, hayas, helechos gigantes y zonas florales mientras avanzábamos hacia la zona sureste donde estaban los Totems indígenas, los Totem Poles. Los que hay aquí en el parque son réplicas de los existentes en varios museos y muestran elementos de la cultura tribal de los indígenas de la costa oeste americana hasta Alaska (seguro que alguno recordará los que aparecían en la serie de "Doctor en Alaska"). Cada Totem es diferente, aunque hay elementos que se repiten, como el oso, el águila, las ballenas y otros animales que aparecen representados habitualmente. Es el escudo de armas de cada tribu.

Thunderbird House Post
Homenaje a un buscador de oro de las Azores que estrechó lazos con las tribus mediante los matrimonios
Continuando por el paseo marítimo que rodea este parque, el Seawall, vimos los imponentes edificios modernos del Downtown  al otro lado del estuario, desde el Hallelujah Point, llamado así porque el ejército de salvación cantaba sus salmos desde aquí los domingos por los mañana y se podían oír desde la ciudad. 


Casi al lado, está el Nine O'clock Gun, que todos los días a las nueve de la noche dispara una salva y que en el pasado se usaba para sincronizar los relojes.

Muy cerca está el faro en el Brockton Point y un poco más lejos, sobre una piedra que se alza sobre el agua, la estatua en bronce de la "Mujer en traje de baño", con cierto parecido a "La Sirenita" de Copenhague, pero más grande. Y volvimos a la parada del autobús para regresar, pasando junto al mascarón homenaje del naufragio del barco "Emperatriz de Japón". Fueron poco más de tres kilómetros andando bajo una pertinaz llovizna, pero nos gustó mucho Stanley Park.

Brockton Point
Girl in a Wet Suit
Mascarón de proa de La Emperatriz del Japón
Tras comer en un restaurante japonés, recordando los noodles de Asia, paseamos un poco por las calles de Chinatown. Nos sorprendió lo poco animado que estaba en comparación con otros Chinatown que habíamos visto en otras ciudades del mundo. En realidad, quizá fue porque era el Chinatown más residencial y menos turístico que habíamos visto últimamente. En un panel informativo se explicaba cómo, debido a que los trabajadores chinos de la ciudad eran apartados por los ingleses, que les consideraban de baja categoría y por tanto con menos derechos que el resto de habitantes, los chinos se agruparon en esta zona, donde sus hijos podían ir a las escuelas que ellos mismos tuvieron que crear y tener todos los servicios que necesita un ciudadano. Esa la razón de la creación de estos guetos dentro de las ciudades.

Simplemente delicioso

Regresamos al hotel en metro y nos preparamos para la etapa del día siguiente en coche de alquiler por las Rocosas hacia Kamloops. Esa será nuestra próxima entrada en el blog.

¿Que os ha parecido Vancouver?


Datos prácticos:

Cambio orientativo
: 1 dólar canadiense = 0,67 euros. El uso de tarjeta está ampliamente extendido.

Transporte: para ir a la ciudad desde el aeropuerto YVR usamos la línea azul SkyTrain del metro y luego usamos el autobús 25 en la parada de Kings Edward para ir a nuestro hotel. El último día recogimos en el aeropuerto el coche de alquiler AVIS que nos serviría para las etapas en las Rocosas hasta Calgary. Durante la estancia en Vancouver usamos, tanto los autobuses, como el metro comprando tickets individuales de $2,85 CAD válidos por 90 minutos, para 1 zona, permitiendo transfer autobús-metro. No usamos una tarjeta de día (Day Compass Pass por $10 CAD más el coste de la tarjeta de $6 CAD) que vale para el día que se compra (no es una tarjeta 24 horas), y se adquiere en las máquinas que hay en la puerta de las estaciones de metro (a veces fuera, en la calle). Es verdad que la tarjeta te reintegra $6 CAD al devolverla, pero solo se puede devolver en la Oficina de Chinatown y en el Ferry, por lo que no es muy práctico este método, la verdad. Echando números como veis, son $16 CAD y no íbamos a usar cinco viajes. Ojo. No se puede comprar en el autobús donde hay que, además, pagar en efectivo y no devuelven cambio. Más información en su página web

Entrada al Stanley Park para ver los Totem Poles: Gratuito. Es al aire libre.

Otros puntos de interés en Vancouver: Se pueden hacer excursiones a las islas cercanas e incluso avistar ballenas en temporada. La ciudad tiene una web donde podéis encontrar información de otros sitios en la ciudad y también se puede consultar http://vancouverisland.com para otros puntos de la región de la Isla de Vancouver.

Alojamiento en Vancouver (British Columbia): Days Inn Vancouver Metro. Limpio, confortable y con desayuno. Típico de la cadena del grupo Windhall en el barrio de Surrey, una zona del exterior del Downtown, pero bien comunicada por autobuses justo a la puerta y a 10 minutos andando de la parada de metro de Nanaimo. Tardamos quince minutos en llegar a la zona de Gastown.

Otros datos útiles de Canadá en general (electricidad, agua, vacunas, ...)

1 comentario :

  1. Me parece un excelente artículo en el que ha reportado la visita esta ciudad poniendo fotografías de cosas bellas para ver y conocer. Me sorprende la estatua de la mujer sobre la roca tan parecida a la sirenita que tienen en Dinamarca. Y qué bello son los tótems de las antiguas tribus indígenas. Repito es un reportaje excelente.

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