Por el norte de Sicilia: Mesina y Cefalù

Dejamos las emociones de sentir el Etna y marchamos rumbo al norte de la isla. A ese lugar legendario donde lo mítico y la realidad conviven, el puerto de Mesina, como paso para seguir recorriendo la costa norte de Sicilia hasta nuestro destino en la pequeña población de Cefalù, una de las pocas con huellas islámicas en la isla, y disfrutar de un descanso en sus playas y en su comidas junto al mar.

Acompañadnos y relajaros en el noreste de Sicilia.

Mesina

Tras abandonar Taormina, llegamos por la autopista en muy poco tiempo al Puerto de Mesina.
Su zona industrial portuaria no tenía mucho que ver, por lo que subimos a la zona alta para tomar una vista panorámica y ver lo cerca que está Italia, y la columna con la Madonna, a modo de faro, al inicio de la dársena del puerto.

Es difícil imaginar que este lugar estuviera rodeado de leyendas sobre monstruos marinos que habitan entre las dos zonas de tierra que veíamos, pero como nos contaron, el agua que parece aparentemente en calma esconde en su interior unas poderosas corrientes al ser una zona tan estrecha y, precisamente por esa fuerza, cuando hay tormentas, los barcos tienen serios problemas para navegar entre la costa italiana y la isla, pese a estar tan solo a cuatro kilómetros.

Seguimos hacia el centro de la ciudad para detenernos por un momento ante su imponente catedral y su famoso carillón en la torre del campanario. Esta iglesia es de las más antiguas de Italia, con referencias incluso en el siglo XII, pero ha sufrido no solo múltiples terremotos sino también bombardeos en la Segunda Guerra Mundial que casi la destruyen. Lo que vemos hoy es una cuidada reconstrucción posterior a dicha guerra.

El campanario es famoso porque cada día a las doce del mediodía, tras las campanadas, ruge el león que domina la torre, a continuación canta un gallo y luego comienza a sonar el Ave María de Schubert cantado por las figuras de los ángeles y las diversas figuras de los cuatro pisos que tiene la torre inician una serie de movimientos coordinados, mostrando escenas y los días de la semana durante casi diez minutos.

Este reloj astronómico se puede visitar y, al ir subiendo, se pueden ver cada una de las figuras que habíamos visto desde abajo. Pese a tener cuatro pisos de altura, la escalera no es cansada.

El interior de la catedral está muy decorado con teselas al más puro estilo bizantino. Todo un derroche de arte que nos encantó.

Continuamos nuestra visita por Mesina. No tiene mucho que ver como ciudad: algunas calles comerciales con edificios de primeros de siglo y algunas iglesias más, aunque en general toda la ciudad ha sufrido los embates de los violentos terremotos y de las guerras que devastaron la ciudad en los siglos pasados. Una de estas iglesias fue la Iglesia del Soccorso, de estilo normando pero que, como podéis ver, tuvo que ser muy reconstruida.

Y vistas las calles, tomamos de nuevo el coche, para acercarnos al pueblo de Cefalù donde dormiríamos.

Cefalù

Este pueblo de pescadores en el norte de Sicilia es de los pocos donde se puede aún encontrar alguno de los escasos restos de la presencia islámica en la isla, aunque mezclados con la influencia normanda. En concreto, la fuente-lavadero, que los arquitectos árabes proyectaron redirigiendo el caudal de las fuentes de la montaña al centro de la ciudad usando complejos túneles para llegar a esta preciosa fuente que cae al mar por el lado contrario. Esta fuente fue bastante reconstruida a mediados del siglo XIX, como prueba, un letrero en su cabecera. En la parte posterior del arco que se ve en la fotografía hay un arco similar con caída al mar directamente.

Un poco más allá, se levanta imponente y sólida la Catedral dominando las calles del antiguo barrio de pescadores, que fue también el centro neurálgico de la población hasta bien entrado el siglo XX. Este edificio de estructura normanda fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2015 junto con el conjunto monumental de la Catedral de Monreale.

Cefalù hoy en día es una dinámica población repleta de tiendas para turistas y, sobre todo, de hoteles para disfrutar de las playas. Ojo, los hoteles tienen playas privadas, y unas pequeñas zonas de acceso público. Nos parecía una aglomeración de tumbonas y sombrillas. Y además la playa es de pequeñas piedrecitas, no de arena. Pero, en fin, es lo que hay. Sicilia no tiene playas de arena en su zona norte. Eso sí, esta playa era sumamente plana y tranquila. Ideal para disfrutar en familia.

Como pernoctamos en esta población antes de seguir camino de Palermo, pudimos pasear tranquilamente por sus calles. Todas mirando al mar, claro. Y, sobre todo, procurando no pasar calor caminando por sus zonas de sombra.

Ya solo nos quedaba volver hacia Palermo. La siguiente etapa de nuestro recorrido de una semana por Sicilia será acercarnos ya de regreso a Palermo y, camino del aeropuerto, visitar el pueblo de Monreale y su catedral normanda.

Qué ver cerca de Mesina y Cefalù:

Taormina

Al sur de Mesina, se encuentra una de las ciudades más bonitas de Sicilia, grande durante el mundo griego-romano. Taormina tiene uno de los teatros mejor conservados y desde el que se vé en los días tranquilos una espectacular vista tanto de la bahía como del Monte Etna en su horizonte.

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Datos prácticos de Sicilia:

Sicilia es parte de Italia, por lo que os encontrareis en una zona europea, con moneda euro y en la que, siendo ciudadanos europeos, podéis viajar con la cobertura médica de vuestro país.

Cómo llegar a Mesina y Cefalù:

En coche, desde la península italiana se puede pasar a Sicilia a través del estrecho de Mesina usando los diferentes transbordadores que lo cruzan para salvar los escasos 5 kilómetros de travesía. Desde Mesina se llega por la autopista norte hasta Cefalù, a medio camino del itinerario a Palermo.

En autobús, desde Palermo hay un autobús cada hora y media hasta Mesina, con un tiempo de poco más de dos horas y media, y un coste de entre 30€ y 45€ (según hora). Ese mismo autobús hace parada en Cefalù.

En tren, desde Palermo hay trenes cada hora a Cefalù y Mesina. El trayecto a Cefalù dura una hora y cuesta entre 4€ y 18€, mientras que llegar a Mesina nos costará casi 3 horas y entre 14€ y 35€ según hora y día.

En avión, el aeropuerto más cercano a Mesina es el de Catania. Desde el aeropuerto, hay un autobús al centro de Mesina  cada media hora. Sin embargo para ir a Cefalù es recomendable volar al aeropuerto de Palermo.

Horario y precio de los monumentos de Mesina y Cefalù:

Campanario de la Catedral de Mesina: Disfrutar del carillón es gratuito a las doce del mediodía cada día, pero si se quiere subir a la torre y ver los entresijos del reloj es necesario pagar una entrada de 4€ para subir los cuatro pisos y disfrutar de una vista desde la torre.
Catedral de Mesina: Gratuito. Horario de atención religiosa.
Catedral de Cefalù: Gratuito. Horario de atención religiosa.

Dónde dormir y comer en Mesina y Cefalù:

Elegimos descansar en el pueblo de Cefalù como última noche en la isla. El hotel que elegimos fue el Hotel Riva del Sole, junto al mar.

Comer y cenar en Cefalù es muy fácil dada su posición en una zona de playa, con lo que no sólo hay muchas tratorias y osterias tradicionales, sino también múltiples restaurantes con vista o sobre el mar. Nosotros elegimos un restaurante con terraza sobre el mar, el restaurante Kentia, en el centro histórico y con una vista inmejorable para comer o cenar viendo el mar y disfrutando del atardecer.