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Úluru, el Centro Sagrado de Australia

Días 13 a 15 de enero de 2017


Quién no ha visto alguna vez una imagen de una mole de piedra roja levantándose en la inmensidad del desierto australiano. El Úluru, la gran roca sagrada de los aborígenes en el desierto del interior de este país continente. Estar allí en el atardecer y en el amanecer viendo como la luz del sol hacían cambiar su color del ocre al violeta, pasando por el naranja y el rojo, han sido momentos muy especiales en este viaje. ¡Bienvenido a la tierra Anangu! Pukulpa pitjama Ananguku ngurakutu!

Llegar al Úluru, o Ayers Rock como dicen los australianos, no es tarea fácil. Está ubicado en el centro de Australia, en el medio del Outback, a 453 kilómetros de Alice Springs, que es la población importante más cercana.


Tomamos un avión desde Adelaide a Alice Springs. Es un vuelo de dos horas y media sobrevolando el desierto rojo de Australia. Al recoger el coche que alquilamos, nos dieron un folleto en español con las indicaciones para circular en el Outback Australiano que, honestamente, asustan un poco.


Aparte de las advertencias de no conducir de noche por los animales que se pueden cruzar en la carretera, estaban las advertencias sobre el otro gran animal de las carreteras australianas, el tren de camiones o Road Train, que no es más que un camión que puede llegar a tirar de tres remolques, alargándose a más de 50 metros de longitud, por lo que al adelantarlo debes disponer de una buena distancia libre, porque ellos no frenan. Te advierten incluso que dejes pasar a estos monstruos de la carretera y te eches al arcén o fuera de la carretera si los ves en una carretera estrecha o no pavimentada. Ufff... menos mal que no llegamos a ver uno tan largo. Solo de dos remolques vimos.


Pero llegamos a Alice Springs. Un pueblo que se creó en el medio del desierto junto a la confluencia de los ríos Charles y Todd, cuando se produce la fiebre del oro australiano hace 150 años. Protegido por los montes Ranges y MacDonnell, este pueblo se ha convertido hoy en día en el puesto de mando de las visitas a Ayers Rock. Disponer del aeropuerto que lo conecta con todas las ciudades de Australia y su estratégica posición en la Stuart Highway, a medio camino entre Darwin al norte y Adelaide al sur, lo convierten en parada para los grandes camiones que os comentábamos antes, así como para los millones de visitantes de Ayerns Rock. Aquí íbamos a pasar una noche antes de partir y otra al volver de nuestra aventura. Nos aprovisionamos en el supermercado, ya que habíamos leído que los precios en Ayers Rock eran más altos. Piscina para aliviar el calor, cena y a la cama.

 

Nos levantamos muy temprano, al amanecer, para poder recorrer los casi 500 kilómetros sin prisa y con luz solar. Pero no imaginábamos que estuviera cayendo la tormenta del siglo. Nos tuvimos que quedar más de media hora dentro del coche sin poder salir del hostal porque la cortina de agua era tan fuerte que salir a abrir el portón era impensable. Y luego de poder abrirlo, empapándonos igualmente, nos encontramos con que muchas calles estaban literalmente inundadas por riadas de agua. Fue un milagro encontrar calles que nos permitieran llegar, a la gasolinera primero y luego salir por la autopista Stuart. Incluso en los primeros 50 kilómetros tuvimos que pasar algún tramo de esta autopista que empezaba a estar bastante inundado confiando en que el coche pasara sin problema. Pero luego pudimos realizar el resto del viaje sin contratiempos. Bueno. Solo uno. Y es que nadie dice, porque es el secreto mejor guardado de Australia, que las moscas del Outback Australiano son muy, muy pesadas. Por eso venden redes para protegerse la cara en Melbourne. Pensábamos que eran unos exagerados. No lo son. Las moscas son muy pesadas.

Emús junto a una de las gasolineras en el camino
En el camino fuimos parando en gasolineras para ir rellenando el tanque y estar así seguros de no quedarnos tirados, que es uno de los mayores problemas en este viaje al interior. La distancia entre gasolineras puede ser de más de 100km. Aseguraros de tenerlas localizadas. Además, cuanto más cerca de Ayers Rock, más cara la gasolina, por lo que mejor no tener que repostar allí. Además, siempre se pueden encontrar las que tienen animales...


Desviándonos de la Stuart Highway a la derecha por la Lasseter Highway, casi doscientos kilómetros tras nuestra salida, tomamos rumbo a nuestro objetivo final. En el camino pudimos observar el Monte Conner en la distancia. Al principio lo confundimos con el Ayers Rock de la ganas que teníamos ya de llegar. Pero también es impresionante este monte en la distancia.

Mount Conner en el camino a Ayers Rock. ¿a que se parecen?
Y así, después de 480 kilómetros y casi seis horas de viaje, llegamos a Yulara, el grupo de resorts creado en las inmediaciones del Ayers Rock y fuera del Parque Nacional. Dejamos las cosas en nuestras literas. Esta vez tocaba dormir en literas de camarote compartido por el mismo precio que un hotel de cuatro estrellas en Europa, pero es que aquí se aprovechan de que la oferta es reducida. O duermes en el coche, que nos lo estuvimos planteando, la verdad.


No perdimos tiempo y nos fuimos al parque, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987. Primero al Centro de Interpretación y después a ver atardecer en el Úluru.


La experiencia fue genial porque el Centro, gestionado por la comunidad aborigen, realmente merece la pena, usando construcciones de adobe al estilo aborigen y con explicaciones de la filosofía, del modo de vida y de las creencias de este pueblo ancestral. Y rogándote una y otra vez que disfrutes del paisaje, que te sientas parte de la naturaleza pero que no trepes a su montaña sagrada, el Úluru. También repiten constantemente que el territorio les pertenece. Para ser sinceros, resulta un poco pesado leerlo tantas veces en todos los puntos que visitamos en esta zona, pero es que realmente les costó mucho tiempo y lucha recuperar esta tierra


Os dejamos algunas fotos, tanto del atardecer, como del amanecer, que disfrutamos al día siguiente desde otro punto. Hay que levantarse a las cuatro de la mañana para ir, junto con una fila de coches que quieren ver lo mismo, a la entrada del parque con el fin de llegar a tiempo y coger una posición para este momento. Bueno. Y no nos olvidamos de nuestras amigas las moscas del Outback que se vinieron con nosotros y todos los demás visitantes para amenizarnos el tiempo, claro.

Como estaba un poco nublado, el sol iluminó la cara conocida del Úluru antes de ocultarse en el horizonte. El efecto fue impresionante.

 
 
 

 A la mañana siguiente lo vimos al amanecer. Realmente sobrecoge...


Pero decidimos ver amanecer desde la cara que recibe primero el sol y que no es tan conocida. Aqui lo teneis...

 
 

Después de haber podido estar en ese momento especial, rodeamos el macizo rocoso, acercándonos por los senderos habilitados. Teníamos ganas de ver la roca de cerca. Vimos un par de oasis también considerados sagrados por los Anangu, que les proporcionaban agua y caza, teniendo algunos abrigos en la roca en los que había algunas pinturas realizadas por ellos en el siglo pasado como parte de sus ceremonias de caza, en lo que se denomina el Mutitjulu Waterhole. Su descripción es realmente increíble asi que mejor os dejamos unas fotos del lugar y sus pinturas.


Y para terminar la visita, nos dirigimos a ver la otra formación rocosa especial de este parque, las Kata Tjuta, también llamadas las Olgas, que están a 50 kilómetros por carretera al oeste del Úluru, pero que geológicamente son el mismo estrato rocoso a 36 kilómetros en línea recta. No lo parece porque éstas han sufrido más la erosión del agua y del viento y se han roto en 36 domos de bordes abruptos y no tienen el aspecto sólido del Ayers Rock. En la lengua de los Anangu, Kata Tjuta significa "muchas cabezas".


Debemos deciros que los Anangu son considerados una de las tribus vivientes más antiguas de la tierra y son parte misma del Patrimonio de la Humanidad. De hecho, hay zonas en este parque que solo los Anangu conocen y que no comparten con los extranjeros.

Kata Tjuta nos gustó tanto o más que el Úluru. Pudimos caminar un rato por uno de los múltiples senderos que se han habilitado para el público, el más sencillo, denominado "sendero del viento", pudiendo acercarnos a estas rocas y observar algunos curiosos lagartos e insectos en el camino. Es un entorno singular. De hecho, este sendero lo cierran a las 11 de la mañana si hay previsión de que las temperaturas superen los 36 grados. Y pudimos ver lagartos e insectos casi camuflados en el camino.




 
 
 

Volvimos al hotel para desayunar algo, recoger y volver a Alice Springs. La verdad es que después de haber estado aquí merece la pena haber hecho casi mil kilómetros en coche en dos días para ver esta montaña sagrada. Y eso sin contar el avión que nos trajo de Adelaide y el que nos llevaría a Sydney para abandonar este hermoso país.

En la próxima entrada os contaremos la despedida de Australia en Sydney.

Datos prácticos:

Cambio actual: 1 EUR = 0,70 AUD

Cómo llegar a Alice Springs:
En coche: por la Stuart Highway, bien desde Darwin en el norte o bien desde el sur, desde Adelaide. Son aproximadamente 1500 kilómetros desde Darwin y desde Adelaide. Podéis revisar las ofertas de relocation de las empresas de alquiler por si alguna cuadra con vuestro recorrido y días disponibles o bien alquilar un coche, como hicimos nosotros. En esta ocasión fuimos en un coche de Hertz, con kilometraje ilimitado y conductor adicional gratis al ser un matrimonio (aunque no nos pidieron demostrarlo). Lo habíamos reservado a través de la Oficina de Turismo del Territorio del Norte (info@discoverca.com.au) con los que, no habiendo encontrado disponibilidad con las diferentes webs de alquiler que consultamos, pudimos gestionarlo por correo. La persona que nos atendió fue sumamente amable y eficaz, e incluso nos gestionó in extremis mientras nosotros volábamos que pudiésemos recoger el coche en el aeropuerto y no en la ciudad como habíamos solicitado inicialmente.

Y la última recomendación importante: revisar al salir de viaje en la página www.roadreport.nt.gov.au ( o al teléfono 1800 246 199) el estado de las carreteras para asegurarse que no hay carreteras cortadas por desbordamiento de agua, pues muchas son inundables, incluso la principal carretera en algunos tramos. Este consejo es casi obligatorio en la época de lluvias, de octubre a abril, que ha sido cuando hemos viajado nosotros. En fin, muy de agradecer. Más Información en www.roadsafety.nt.gov.au
En avión: Alice Springs está comunicada con todas la ciudades de Australia con vuelos regulares diarios. Pero es necesario reservar con bastante antelación.

Cómo llegar a Úluru desde Alice Springs:
En coche: son 475 kilómetros entre Alice Springs y Yulara. El precio de la gasolina aumenta conforme te acercas a Ayerns Rock, pasando de 143 AUD a 193 en Ayerns Rock.

En avión: Yulara tiene aeropuerto que recibe vuelos desde Alice Springs principalmente (uno al día a mediodía).

Alojamiento en Alice Springs: Alice Secret Travellers Inn. Un alojamiento tipo mochilero. con pequeñas habitaciones básicas, con piscina, cocina y baños compartidos. Lo reservamos por el precio, pero si nuestro plan de viaje hubiera sido otro, hubiéramos buscado algo mejor. Aquí conocimos a Josep, que estaba trabajando como voluntario a cambio de alojamiento en su recorrido por Australia. Os dejamos enlace a los alojamientos de Alice Spring.

Alojamiento en Yulara: La oferta de hoteles, hostales y campings es muy limitada en esta localidad, nosotros tuvimos que elegir por presupuesto el más barato, y eso que no lo era  en absoluto. Outback Pioneer Lodge, de la cadena Accord. Son pequeñas habitaciones de cuatro literas, con baño común exterior. Dispone de duchas y cocina en el área común, así como un bar restaurante y una zona de parrillas (que no se pueden usar si no les compras a ellos la carne). Te proporcionan un kit de cocina dejando una fianza. Como si fuera un camping, pero con habitaciones de literas. Compartimos con dos chicas japonesas.
En la zona, hay un supermercado, a precios de Yulara, claro. Os aconsejamos llevaros provisiones suficientes. Como la oferta es limitada, os dejamos enlace a los alojamientos de Yulara.

Entrada al Parque Nacional Uluru - Kata Tjuta: 25 AUD. La entrada es válida por tres días desde el momento de la compra, con entrada ilimitadas al parque y al centro de interpretación. No se paga por el coche. Hay varios centros habilitados para ver el amanecer y el atardecer tanto en el Úluru como Kata Tjuta. En la entrada al Parque, al comprar el ticket te dan un folleto informativo con un mapa de los senderos habilitados de la zona de Úluru y de Kata Tjuta. El parque está abierto desde el amanecer hasta una hora después del anochecer y no se puede quedar nadie dentro.





2 comentarios :

  1. Precioso el Urulu, el parque Alice Springs, a mediados de enero.... Lo más bonito, vuestra dedicatoria😘

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    1. Cómo íbamos a dejar pasar un día tan especial, Alicia
      Muchos besos

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