Tras comprar en un Kiosko frente al hotel la tarjeta Sube (40 pesos) para montar en los transportes públicos y cargarla en la entrada del metro tomamos el autobús 64 para ir a Caminito, en el Barrio de Boca.
Este lugar es un conjunto de calles con casas pintadas con alegres colores. Esto es así porque los habitantes utilizaban la pintura sobrante de los barcos del cercano puerto de Riachuelo que en su día además fue el puerto original de la ciudad en su fundación. Por eso de hecho el barrio se llama "Boca" (del puerto).
Hoy Caminito es un lugar principalmente turístico lleno de tiendas de artesanía y pequeños restaurantes. Incluso se puede ver algunos bailarines de tango.
Desde allí, volvimos andando por Almirante Brown hacia San Telmo, aunque nos habían aconsejado evitar andar por el barrio y volver en autobús. Llegamos sin mayores problemas tras 20 minutos al Parque Lezama que marca el inicio de San Telmo. Se puede ver junto al parque la iglesia ortodoxa con sus tradicionales cúpulas en forma de cebolla pintadas de azul.
Poco después llegamos por la Calle Defensa al Mercado de San Telmo. Es un bonito lugar de estructura de hierro y cristal donde se mezclan las antigüedades con puestos de alimentación. Saliendo de nuevo por Defensa llegamos a la Plaza Dorrego. Estaban bailando tango dos parejas en el centro de la plaza para los turistas que se sientan en las terrazas aunque ayer no había demasiados por lo gris del día.
Aprovechamos para tomar un par de Chops de cerveza Quilmes en el Café Dorrego. Cerveza suave y rubia acompañada de unos ricos cacahuetes nada salados mientras disfrutamos del baile que veiamos por las ventanas. El Chop es como en Argentina llaman a la cerveza de barril.
La plaza Dorrego es la segunda más antigua de Buenos Aires tras la Plaza de Mayo por cierto.
Reanudado el paseo nos acercamos a ver la fachada de la Casa Mínima, de 2 por 8 metros, que antes fue un paso de carruajes cedido por el dueño de la mansión adyacente a sus recién liberados esclavos.
Cerca de aquí se encuentran los Túneles de Zanjón. Hay visita guiada en castellano a las 13:00 y en inglés a las 12:00 y 14:00. Se pueden ver restos de una manzana de casa coloniales descubiertas en el subsuelo.
Comimos el menú en el agradable local "Corsini", rodeados de mesas donde ejecutivos y estudiantes de gustaban sus menús y en donde probamos los sorrentinos, parecidos a los ravioli pero en redondo. Ah, y con "Salsa Blanca" que es una bechamel ligera.
No muy lejos encontramos sentada en un banco de la calle a la querida Mafalda.
Este lugar es un conjunto de calles con casas pintadas con alegres colores. Esto es así porque los habitantes utilizaban la pintura sobrante de los barcos del cercano puerto de Riachuelo que en su día además fue el puerto original de la ciudad en su fundación. Por eso de hecho el barrio se llama "Boca" (del puerto).
Hoy Caminito es un lugar principalmente turístico lleno de tiendas de artesanía y pequeños restaurantes. Incluso se puede ver algunos bailarines de tango.
Desde allí, volvimos andando por Almirante Brown hacia San Telmo, aunque nos habían aconsejado evitar andar por el barrio y volver en autobús. Llegamos sin mayores problemas tras 20 minutos al Parque Lezama que marca el inicio de San Telmo. Se puede ver junto al parque la iglesia ortodoxa con sus tradicionales cúpulas en forma de cebolla pintadas de azul.
Poco después llegamos por la Calle Defensa al Mercado de San Telmo. Es un bonito lugar de estructura de hierro y cristal donde se mezclan las antigüedades con puestos de alimentación. Saliendo de nuevo por Defensa llegamos a la Plaza Dorrego. Estaban bailando tango dos parejas en el centro de la plaza para los turistas que se sientan en las terrazas aunque ayer no había demasiados por lo gris del día.
Aprovechamos para tomar un par de Chops de cerveza Quilmes en el Café Dorrego. Cerveza suave y rubia acompañada de unos ricos cacahuetes nada salados mientras disfrutamos del baile que veiamos por las ventanas. El Chop es como en Argentina llaman a la cerveza de barril.
La plaza Dorrego es la segunda más antigua de Buenos Aires tras la Plaza de Mayo por cierto.
Reanudado el paseo nos acercamos a ver la fachada de la Casa Mínima, de 2 por 8 metros, que antes fue un paso de carruajes cedido por el dueño de la mansión adyacente a sus recién liberados esclavos.
Cerca de aquí se encuentran los Túneles de Zanjón. Hay visita guiada en castellano a las 13:00 y en inglés a las 12:00 y 14:00. Se pueden ver restos de una manzana de casa coloniales descubiertas en el subsuelo.
Comimos el menú en el agradable local "Corsini", rodeados de mesas donde ejecutivos y estudiantes de gustaban sus menús y en donde probamos los sorrentinos, parecidos a los ravioli pero en redondo. Ah, y con "Salsa Blanca" que es una bechamel ligera.
No muy lejos encontramos sentada en un banco de la calle a la querida Mafalda.
Por la tarde tomamos el Subte (Metro) para ir a Palermo. A la zona de lo que ellos llaman ahora el Soho. Junto a la plaza de Costa Rica se sitúan tiendas de moda, de diseño y de decoración junto con algunos restaurantes y cafeterías muy chic.
Tras pasar un par de horas paseando por la zona de Soho y la zona adyacente de Hollywood volvimos en Subte al hotel para iniciar el paseo de noche que nos llevaria a otro lugar histórico bonaerense del mundo del Billar y del Tango: El café "Los 36 billares" de finales del siglo XIX y famoso tanto por los campeonatos mundiales de billar como por su célebre escenario de tango que afortunadamente no ha desaparecido pese al cierre que anunció hace un par de años.
Tiene unas empanadas y pizzas deliciosas y se pueden jugar partidas de billar en sus múltiples mesas. Y como no también se puede disfrutar de sesiones de tango.
Tuvimos la suerte de que estaban haciendo una sesión casi privada Rodolfo Desi y sus amigos del programa de TV "Poker de Ases del Tango" y compartimos dos horas de velada de tangos, milonguitas y risas.
Tras pasar un par de horas paseando por la zona de Soho y la zona adyacente de Hollywood volvimos en Subte al hotel para iniciar el paseo de noche que nos llevaria a otro lugar histórico bonaerense del mundo del Billar y del Tango: El café "Los 36 billares" de finales del siglo XIX y famoso tanto por los campeonatos mundiales de billar como por su célebre escenario de tango que afortunadamente no ha desaparecido pese al cierre que anunció hace un par de años.
Tiene unas empanadas y pizzas deliciosas y se pueden jugar partidas de billar en sus múltiples mesas. Y como no también se puede disfrutar de sesiones de tango.
Tuvimos la suerte de que estaban haciendo una sesión casi privada Rodolfo Desi y sus amigos del programa de TV "Poker de Ases del Tango" y compartimos dos horas de velada de tangos, milonguitas y risas.
Las fotos que dejamos en el post anterior muestran imágenes de Caminito, Mafalda y el Tango en la Calle
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